Benedicto XVI: debemos confiar en Dios

El pasado miércoles 2 de enero ha tenido lugar en el aula Pablo VI del Vaticano la primera audiencia general del 2013.

El Papa Benedicto XVI señaló que la Navidad del Niño Jesús recuerda que nada es imposible para Dios que siempre actúa y obra maravillas en la vida de los hombres.

Ante los miles de fieles presentes, su Santidad dedico su predicación a explicar el origen de Jesús, cuyo nacimiento "ilumina una vez más con su luz la oscuridad que a menudo rodea nuestro mundo y nuestros corazones, trayendo esperanza y alegría".

También destacó como se puede aprender de la Sagrada Familia de Nazaret, aprendiendo que "siempre, aun en medio de las dificultades más arduas que hay que afrontar, debemos confiar en Dios, renovando la fe en su presencia y en su acción en nuestra historia, como en la de María ¡Nada es imposible para Dios! Con Él, nuestra existencia camina siempre sobre un terreno seguro está abierta a un futuro de esperanza firme".

"Cuando escuchamos las misas compuestas por los grandes maestros de la música sacra, pienso por ejemplo en la Gran Misa de Mozart, de inmediato notamos cómo fijan la atención especialmente en esta frase, como tratando de expresar con el lenguaje universal de la música lo que las palabras no pueden manifestar: el gran misterio de Dios que se encarna, y se hace hombre".

Por otra parte el Papa explicó que sin la Virgen María "la entrada de Dios en la historia humana no hubiera llegado a su fin, y no hubiera sido posible aquello que es fundamental para nuestra Profesión de fe: Dios es un Dios con nosotros. Así que María forma parte esencial de nuestra fe en el Dios que actúa, que interviene en la historia. Ella ofrece su persona entera, 'acepta' convertirse en la morada de Dios"

"Sólo si nos abrimos a la acción de Dios, como María, sólo si encomendamos nuestra vida al Señor como a un amigo en el que confiamos plenamente, todo cambia, nuestra vida adquiere un sentido nuevo y un rostro nuevo: el de hijos de un Padre que nos ama y no nos abandona nunca", dijo tras explicar que el bautismo convierte a la persona en hijo de Dios.

Para finalizar el Papa destacó que "estamos ante el gran e impactante misterio de la Navidad: el Hijo de Dios, por obra del Espíritu Santo, se ha encarnado en el seno de la Virgen María".