Una tormenta solar creó dos cinturones de radiación en la Tierra

Una tormenta solar creó dos cinturones de radiación en la Tierra

Además de las impresionantes auroras que iluminaron los cielos, la tormenta solar que impactó recientemente la Tierra también generó dos nuevos cinturones de partículas energéticas, según ha revelado un estudio publicado el 6 de febrero de 2025 en el Journal of Geophysical Research: Space Physics.

Estos cinturones temporales se formaron entre los cinturones de Van Allen, dos estructuras permanentes que rodean la Tierra y que están compuestas por electrones y protones de alta energía atrapados por el campo magnético terrestre. Estas partículas pueden dañar satélites y amenazar a los astronautas, por lo que el hallazgo es crucial para la seguridad de futuras misiones espaciales.

El descubrimiento fue posible gracias al satélite CIRBE de la NASA, que detectó la formación de estos cinturones en mayo de 2024. A diferencia de otros anillos temporales observados anteriormente, que estaban formados principalmente por electrones, el cinturón más interno de los nuevos anillos también contiene protones energéticos, lo que sugiere una influencia directa de la intensidad y composición de la tormenta solar.

Un cinturón que podría seguir activo

El nuevo cinturón de electrones persistió durante más de tres meses, mucho más tiempo que los cinturones temporales anteriores, que solían desaparecer en cuatro semanas. Sin embargo, el segundo cinturón, compuesto tanto de electrones como de protones, ha mostrado una mayor estabilidad y podría seguir presente en la actualidad, según los científicos.

"La presencia de protones de alta energía en esta región más estable sugiere que podrían permanecer allí durante mucho tiempo", explicó David Sibeck, investigador del Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA.

El destino de estos cinturones depende de futuras tormentas solares. Eventos posteriores en junio y agosto de 2024 redujeron considerablemente el cinturón de electrones, aunque algunos electrones de alta energía lograron sobrevivir.

Un descubrimiento inesperado

El hallazgo fue posible gracias a los datos del satélite CIRBE, un pequeño CubeSat del tamaño de una caja de zapatos, que orbitó la Tierra entre abril de 2023 y octubre de 2024. Este satélite transportaba un detector de partículas llamado REPTile-2, una versión miniaturizada de los instrumentos utilizados en las sondas Van Allen, que en 2013 identificaron por primera vez un cinturón de electrones temporal.

CIRBE sufrió un fallo en abril de 2024 y quedó inactivo, lo que impidió a los científicos observar la tormenta solar de mayo. Sin embargo, el 15 de junio, la nave volvió inesperadamente a funcionar y permitió detectar la presencia de los nuevos cinturones, proporcionando información clave para el estudio.

"Cuando reanudamos las mediciones, pudimos ver el nuevo cinturón de electrones, que no era visible en los datos de otras naves espaciales", destacó Xinlin Li, investigador principal del estudio.

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