SpaceX pierde otra Starship en pruebas tras una avería
El octavo vuelo de prueba de Starship, el prototipo de nave interplanetaria de SpaceX, terminó en explosión debido a la pérdida de varios motores durante el ascenso. La prueba, realizada desde la base de lanzamiento en Boca Chica, Texas, había comenzado con éxito cuando la primera etapa del cohete, Super Heavy, se desprendió correctamente y regresó a la torre de lanzamiento.
Antes de completar el ascenso, un fallo en la parte trasera de la Starship provocó la pérdida de varios motores Raptor, lo que llevó a la nave a perder el control de actitud y, en última instancia, la comunicación. "El contacto final con la Starship se produjo aproximadamente 9 minutos y 30 segundos después del despegue", informó SpaceX en un comunicado.
El ensayo anterior, llevado a cabo el 16 de enero, también concluyó con problemas cuando la etapa superior de Starship se incendió al activar sus motores tras ocho minutos de vuelo.
El lanzamiento del octavo vuelo de prueba se efectuó a las 23:30 UTC del 6 de marzo desde Starbase, Texas. En la primera fase, el cohete Super Heavy activó sus 33 motores Raptor y llevó a la Starship hasta la fase de separación. Transcurridos dos minutos y medio, Super Heavy apagó la mayoría de sus motores según lo programado, permitiendo que la Starship encendiera sus seis motores Raptor y continuara su ascenso al espacio.
Mientras tanto, el cohete Super Heavy realizó una maniobra de regreso controlada, encendiendo 11 de sus motores y reduciendo su velocidad antes de ser atrapado con éxito por los brazos de la torre de lanzamiento. Se trata de la tercera captura exitosa de un cohete de este tipo, un hito en el desarrollo del sistema reutilizable de SpaceX.
Por su parte, la Starship prosiguió su trayectoria hasta que el fallo en la parte trasera de la nave causó la pérdida de varios motores, lo que derivó en la explosión. La empresa de Elon Musk asegura que la nave operó dentro de un corredor de lanzamiento designado para minimizar riesgos y que los escombros cayeron en una zona previamente planificada, sin impactos significativos en el medio ambiente.
"En una prueba como esta, el éxito se mide por lo que aprendemos", afirmó SpaceX, que ha anunciado una investigación en colaboración con la Administración Federal de Aviación (FAA) para implementar mejoras y aumentar la fiabilidad de Starship en futuros vuelos.
