El Metro de Madrid no solo transporta millones de viajeros cada día, también guarda espacios únicos que se han convertido en auténticos museos.
La estación fantasma de Chamberí, la Nave de Motores de Pacífico o los restos arqueológicos hallados en Gran Vía permiten recorrer un siglo de historia del transporte y de la vida en la capital.
Buena parte de estos espacios llevan la firma de Antonio Palacios (O Porriño, 1874-1945), arquitecto gallego que transformó la imagen de Madrid con edificios emblemáticos como el Palacio de Cibeles o el Círculo de Bellas Artes. En el suburbano diseñó estaciones, accesos y el famoso logotipo en forma de rombo que todavía identifica la red.
Uno de los primeros espacios museísticos del suburbano es la Nave de Motores de Pacífico, construida entre 1922 y 1923 para suministrar energía al Metro y, durante la Guerra Civil, incluso a la ciudad. Restaurada en 2008, conserva la monumentalidad industrial y la claridad estructural que Palacios imprimió en su diseño.
La llamada estación fantasma, inaugurada en 1919 y cerrada en 1966, es hoy una cápsula del tiempo. Azulejos blancos biselados, carteles publicitarios de los años 20 y un vestíbulo de gran sobriedad transportan al visitante al Madrid de hace un siglo.
En la estación de Chamartín se exhiben 12 trenes históricos que muestran la evolución del suburbano, desde los primeros vagones metálicos de los años 20 hasta modelos en circulación hasta 1991. Casi un centenar de objetos originales completan este viaje en el tiempo.
El vestíbulo original de Pacífico, cerrado en 1966 y recuperado en 2008, es otro ejemplo del legado de Palacios, con bóvedas de cañón y lucernarios que mantienen su carácter. En la estación de Ópera, a diez metros bajo tierra, la recreación de la fuente de los Caños del Peral y restos de alcantarillado narran cómo Madrid se abastecía de agua en la Edad Moderna.
Por su parte, la estación de Gran Vía, inaugurada en 1919, conserva desde 2021 un pequeño museo con piezas halladas durante su modernización: azulejos publicitarios, cabezas de león cerámicas y fragmentos del templete art decó original diseñado por Palacios.