La Guardia Civil ha logrado desarticular una organización criminal dedicada a la trata de personas con fines de explotación sexual, con operaciones en las provincias de Huesca y Madrid. La operación, bautizada como 'Descarnado', se inició a finales del pasado año tras recibir la Policía Judicial una alerta por parte de una ONG especializada en la atención a víctimas de trata.
La investigación se activó a raíz del testimonio de una mujer de origen sudamericano, residente en Huesca, quien había sido captada en su país bajo promesas de mejora económica. A través de contactos facilitados por la red, la víctima fue trasladada a España tras la adquisición de billetes de avión y seguros de viaje, junto con instrucciones precisas para evitar ser detectada por las autoridades migratorias a su llegada.
Ya en Madrid, la mujer fue conducida a un hotel donde fue agredida sexualmente por uno de los cabecillas, sin posibilidad de negarse. Posteriormente, fue trasladada a un domicilio en Huesca donde debía ejercer la prostitución para pagar la supuesta deuda contraída por el viaje. En ese momento, la víctima comprendió el engaño, al comprobar que los ingresos prometidos eran inexistentes y que las amenazas hacia su familia eran parte del mecanismo de control de la organización.
Las labores de investigación permitieron identificar a todos los implicados en la red, asentada principalmente en la Comunidad de Madrid. El líder de la organización resultó ser el autor de la agresión sexual inicial. Una mujer desempeñaba un rol clave al encargarse del traslado y alojamiento de las víctimas, facilitando su explotación en la provincia de Huesca.
El 1 de abril, los agentes efectuaron registros en un domicilio de Madrid donde detuvieron a tres personas e incautaron dispositivos electrónicos y documentación comprometedora. De forma simultánea, una cuarta detención tuvo lugar en otra localidad madrileña. Los arrestados, tres hombres y una mujer, de nacionalidades española y peruana y con edades comprendidas entre los 25 y los 44 años, enfrentan cargos por trata de seres humanos con fines de explotación sexual, agresión sexual, pertenencia a organización criminal y blanqueo de capitales.
Todos ellos fueron trasladados a Barbastro, donde se puso a los detenidos a disposición judicial. El juez decretó prisión para el principal implicado, mientras continúan las investigaciones para determinar si existen más víctimas vinculadas a esta red de trata.