La ratio de deuda pública en España cerró 2024 en el 101,8 % del Producto Interior Bruto (PIB), según ha informado el Banco de España en un análisis publicado este lunes. Aunque el dato sigue por encima del registrado en el conjunto de la zona euro (87,4 %), la diferencia se ha reducido en 3,4 puntos porcentuales gracias a una caída continuada desde el máximo alcanzado en 2020, tras el impacto de la pandemia.
La reducción de la deuda ha sido posible principalmente por el crecimiento del PIB nominal, que contribuyó a rebajar la ratio en 6,2 puntos. Aun así, este efecto fue algo menor que el del año anterior, cuando el empuje económico permitió un ajuste de 9,1 puntos. En términos absolutos, el saldo de deuda ascendió a 1,620 billones de euros.
El comportamiento de la deuda española contrasta con el leve incremento experimentado en el conjunto de la zona del euro, donde subió un 0,1 % hasta el 87,4 % del PIB. En las principales economías europeas se han dado resultados dispares: mientras Alemania redujo su ratio hasta el 62,5 %, Francia e Italia la incrementaron hasta el 113 % y el 135,3 %, respectivamente.
El análisis del Banco de España subraya que la Administración Central sigue siendo el subsector más endeudado, con una ratio del 93,6 % del PIB, aunque parte de esta deuda está destinada a financiar otras administraciones. Si se descuenta esa financiación, la ratio se sitúa en el 72 %. Las Administraciones de la Seguridad Social alcanzaron un nivel del 7,9 %, mientras que las comunidades autónomas redujeron su deuda hasta el 21,1 %, y las corporaciones locales se situaron en un modesto 1,4 %.
Por comunidades, las más endeudadas en proporción a su PIB regional son la Comunidad Valenciana (40,7 %), la Región de Murcia (31,5 %), Cataluña (29,7 %) y Castilla-La Mancha (29 %). En el extremo opuesto se encuentran Navarra (10,3 %), Canarias (11,4 %), País Vasco (11,6 %) y Madrid (12 %), todas ellas por debajo del umbral del 13 % fijado legalmente.
El informe también detalla que el 94,4 % del total de deuda corresponde a vencimientos a largo plazo, siendo la vida media del endeudamiento español de 8 años, en línea con otros países del entorno. La deuda con vencimiento inferior a un año representó un 13,9 %, un porcentaje inferior al de la zona euro (16,6 %) y también al de Alemania, Francia e Italia.
En cuanto a la tenencia, los inversores no residentes aumentaron ligeramente su participación hasta el 44,9 %, lo que indica una moderada confianza en la deuda soberana española, si bien en otros países europeos se han registrado incrementos más notables.