Envejecer en casa: un deseo que se hace realidad en Madrid con Qida

En la Comunidad de Madrid, donde casi el 20% de la población supera los 65 años, el deseo de envejecer en casa se ha convertido en una prioridad para muchas familias.
Según un estudio, más del 90% de las personas mayores manifiestan su intención de seguir viviendo en sus hogares el mayor tiempo posible. Sin embargo, menos del 50% de éstos pueden hacerlo por falta de ayuda y soporte necesario. Aquí es donde Qida, empresa de cuidados domiciliarios en Madrid, juega un papel fundamental, ofreciendo servicios personalizados, de proximidad y de calidad a través de su oficina ubicada en la ciudad.
Un futuro envejecido: la realidad de España y Madrid
España se enfrenta a un proceso de envejecimiento acelerado. Según proyecciones del INE, para 2050, un 30% de la población española superará los 65 años, y la Comunidad de Madrid no es ajena a esta tendencia.
En los próximos 14 años, Madrid seguirá experimentando este envejecimiento poblacional. Según las proyecciones de población del Instituto de Estadística de la Comunidad de Madrid, en 2039 Madrid superará los 8 millones de habitantes. De ellos, un 25% serán personas mayores de 65 años, subiendo la edad media de 43 años a 46 años aproximadamente. Estos datos reflejan la importancia de potenciar los recursos asistenciales, ya que supondrá un importante incremento en la demanda de cuidados especializados.
“Nos encontramos ante un desafío generacional, en el que la población estará cada vez más envejecida y la dependencia y la soledad no deseada serán situaciones cada vez más frecuentes”, explica Felipe Blasco, terapeuta ocupacional y Referente Social en Madrid. “Para afrontar este reto y cumplir el deseo de envejecer en casa, desde Qida acompañamos a las familias y apostamos por un modelo de atención centrado en el hogar, el entorno familiar cargado de recuerdos y emociones del que las personas mayores no quieren desprenderse”.
El modelo diferencial de Qida: personalizado, cercano y de calidad
En Qida, el proceso de atención domiciliaria comienza con una valoración inicial realizada por una profesional del ámbito sociosanitario. Esta evaluación integral abarca tanto el estado de salud como los aspectos sociales de la persona mayor, permitiendo diseñar un Plan de Trabajo Individual (PTI) ajustado a las necesidades y preferencias de la persona cuidada. "Este enfoque no solo nos permite cubrir necesidades básicas, sino también fomentar el bienestar emocional y social, asegurando que la persona mayor se sienta acompañada y comprendida", explica Blasco.
La selección de la persona cuidadora es otro elemento clave. El proceso es meticuloso y gestionado por especialistas en recursos humanos que buscan un perfil que no solo cubra las necesidades de atención, sino que también comparta intereses con la persona mayor. "Si a la persona le gusta jugar a las cartas, intentamos encontrar a una persona cuidadora que comparta ese interés. La conexión personal es esencial para crear un ambiente de confianza", afirma Felipe Blasco.
En algunas ocasiones, a pesar del deseo de la persona mayor de permanecer en casa, el familiar se encuentra con que la persona rechaza la ayuda, lo que puede generar una sobrecarga para el cuidador informal. Según Felipe Blasco, "en estos casos, sugerimos comenzar con pocas horas al día. Es una forma de facilitar la adaptación de la persona mayor y, al mismo tiempo, aliviar la carga familiar. Sin duda, la flexibilidad es una de nuestras características distintivas. Empezamos con pocas horas y ampliamos el servicio según evoluciona la situación".
Qida también ofrece servicios complementarios como fisioterapia u ortopedia, y facilita opciones de pago flexibles. Entre ellas, destaca el asesoramiento en el proceso de solicitud de la Ley de Dependencia. "Nuestra misión es clara: que más personas vivan más tiempo y con más calidad de vida en casa. Por ello, invitamos a cualquier familia que necesite un servicio a acercarse a nuestra oficina ubicada en Calle de Manuel Luna 12, 3º, en Madrid y, juntos, encontraremos la mejor solución”, concluye Blasco.