Ossorio explica que la disyuntiva entre religión y contenidos éticos es "una elección"

El consejero de educación y Juventud, Enrique Ossorio, ha dicho este jueves que el sistema educativo madrileño "afortunadamente, está repleto de elecciones", pero que "no existe" tipo alguno de "pin parental" en la forma en que lo plantea VOX.

"Los padres no podemos limitar los conocimientos que nuestros hijos adquieren por las asignaturas que son normativas", ha declarado Ossorio en el Pleno de la Asamblea al responder a una pregunta del diputado de Vox Mariano Calabuig, que hablaba del "pin parental" que "permite elegir entre religión u otros contenidos de carácter ético".

Ossorio ha explicado que esa disyuntiva entre religión y contenidos éticos es "una elección" y además "una obligación", puesto que el alumno debe cursar una de las dos asignaturas, igual que ocurre entre el aprendizaje de una segunda lengua extranjera o educaciones artísticas.

Y ha apuntado que será "absurdo" que "unos padres pensaran que no existió la teoría de la evolución de las especies o que el hombre no llegó a la luna y dijera que sus hijos no quieren estudiar astronomía o biología".

A su vez, ha recordado que el Tribunal Supremo "no admite la objeción de conciencia" a los "currículos obligatorios", y que, tal y como ha declarado la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, "el límite que debe tener la elección de los padres" es "el respeto a la autoridad del docente" y la salvaguarda de la "calidad educativa".

El acuerdo de Gobierno alcanzado entre el PP y Ciudadanos con el apoyo externo de Vox recoge que, antes de empezar el curso, los padres puedan conocer los contenidos de todas las charlas y talleres que no son curriculares.

En su propuesta para apoyar la investidura de Díaz Ayuso, Vox renunció finalmente a incluir el "pin parental", pero sí consiguió que el Ejecutivo se comprometiera a garantizar el derecho de los padres a que sus hijos "reciban la formación moral y religiosa de acuerdo a sus convicciones".

En este sentido, Calabuig ha exigido que esa misma posibilidad de elección que se plantea entre religión y contenidos éticos se implemente respecto a "las clases o actividades en los colegios como LGTBI o educación afectivo-sexual que afectan muy directamente a las familias", con el fin de proteger "la libertad que tienen los padres para elegir libremente la educación que tienen para sus hijos".