La Unidad de Patología Mamaria del Ramón y Cajal, nombrada Unidad de Excelencia
La Unidad de Patología Mamaria del Hospital Ramón y Cajal de la Comunidad de Madrid ha sido acreditada como Unidad de Excelencia por la Sociedad Española de Senología y Patología Mamaria en la asistencia a pacientes con Patología Mamaria, y es en la actualidad la primera y única acreditada de la red sanitaria pública la región. Está compuesta por 12 servicios del hospital y coordinada por la doctora María Eugenia Rioja, del Servicio de Medicina Nuclear.
La Unidad de Patología Mamaria tiene un carácter multidisciplinar. Los 12 servicios que la integran son: Oncología Médica, Oncología Radioterápica, Ginecología, Medicina Nuclear, Medicina Interna, Medicina Física y Rehabilitación, Anatomía Patológica, Radiodiagnóstico, Cirugía Plástica, Cirugía General y Digestiva, Cuidados paliativos y Genética. También cuentan con el apoyo de dos psicooncólogas del Servicio de Cuidados paliativos y de Oncología.
Algunos de sus objetivos son dar una atención de calidad, agilizar los procesos de tratamiento y diagnóstico, consensuar los protocolos de actuación, dotar al hospital de una estructura organizada, y conectar la actividad de esta unidad con otras unidades de Diagnóstico Precoz, Medicina de Familia y otras especializadas en patología mamaria.
El reconocimiento que ha obtenido la unidad del Ramón y Cajal revela el gran trabajo que realizan los profesionales en las sesiones semanales, así como a la hora de establecer los protocolos de diagnóstico, y la celebración de jornadas para pacientes y profesionales. La Unidad de Patología Mamaria trata a más de 400 pacientes nuevos cada año, aproximadamente.
La implantación clínica de la biopsia selectiva de ganglio centinela, o su eficaz tratamiento del cáncer de mama precoz son algunos de sus éxitos más importantes. De hecho, el Ramón y Cajal fue el primer centro público de la Comunidad que utilizó la técnica de la biopsia selectiva en 2003.
Igualmente, la unidad ha logrado implantar el método OSNA para el análisis intraoperatorio del ganglio, y el empleo de técnicas de cirugía radioguiada de lesiones impalpables. Otro de sus logros es la reconstrucción inmediata de las mamas, el uso de la radioterapia intersticial, y el consejo genético a pacientes y familiares con sospecha de cáncer hereditario.
En el año 2007, se inició la Escuela de Linfedema, cuyo objetivo es enseñar a prevenir y tratar la acumulación de líquido linfático, problema que afecta a un 10-30% de las mujeres a las que se les ha extirpado una mama. Esta escuela la convoca, mensualmente, la Unidad de Patología Mamaria.
