El Papa León XIV llama a los jóvenes a ser “signo de un mundo distinto” y anuncia la próxima JMJ en Seúl en 2027

El Papa León XIV clausuró este domingo la Misa Jubilar de los Jóvenes en Tor Vergata, a las afueras de Roma, con un mensaje de esperanza y compromiso dirigido a cientos de miles de participantes procedentes de 146 países. Ante más de un millón de personas, acompañado por 7.000 sacerdotes y más de 450 obispos, el Pontífice recordó especialmente a los jóvenes “cuyas tierras están ensangrentadas por la guerra”. “Estamos con los jóvenes de Gaza, estamos con los jóvenes de Ucrania, con los de todas las tierras ensangrentadas por la guerra”, afirmó.

Desde un escenario decorado en tonos rojos, blancos y dorados, presidió la Santa Misa, rezó el Ángelus y dio la bendición final en varios idiomas, incluido El Español. En inglés, dirigió palabras de consuelo a quienes sufren los horrores bélicos, destacando que la juventud es “el signo de que un mundo distinto es posible, un mundo de fraternidad y amistad donde los conflictos se afrontan con diálogo, no con armas”. En español añadió: “¡Sí, con Cristo es posible! Con su amor, con su perdón, con la fuerza de su Espíritu”.

El Papa tuvo un recuerdo especial para María Cobo, joven peregrina española fallecida el 30 de julio por problemas de salud, y para Pascale Rafic, joven egipcia que murió de un infarto el 2 de agosto cuando se dirigía a participar en los actos jubilares. León XIV recibió a las compañeras de viaje de ambas como gesto de cercanía y consuelo.

Durante la homilía, invitó a los jóvenes a aspirar “a cosas grandes” y a no conformarse con menos, defendiendo que el verdadero sentido de la vida no está en “comprar, acumular o consumir”, sino en acoger y compartir con alegría. “Necesitamos alzar los ojos hacia las cosas celestiales para darnos cuenta de que todo tiene sentido”, subrayó. Les recordó que “la esperanza es Jesús” y les animó a abrirse al encuentro con Dios.

El Pontífice anunció que la próxima Jornada Mundial de la Juventud se celebrará en Seúl, Corea, del 3 al 8 de agosto de 2027, con el lema tomado del Evangelio según San Juan: “¡Tengan valor: yo he vencido al mundo!”. El anuncio fue acogido con entusiasmo, especialmente por los peregrinos coreanos presentes en Tor Vergata.

Antes de despedirse, agradeció la labor de obispos, sacerdotes, religiosos, educadores y voluntarios, así como las oraciones de quienes siguieron el evento a distancia. También pidió a los asistentes que lleven “esta alegría y este entusiasmo” a quienes no pudieron participar por motivos políticos, sociales o económicos. “Ustedes son la sal de la tierra, la luz del mundo… y lleven este saludo a todos los jóvenes que necesitan un mensaje de esperanza. ¡Gracias a todos y buen viaje!”, concluyó antes de iniciar su recorrido final en papamóvil y partir en helicóptero.