Madrid frente a los extremos
Ciudadanos es un partido integrado principalmente por personas que venimos de la sociedad civil, que acumulamos una cierta experiencia en nuestros respectivos ámbitos de trabajo, y que, en un momento dado, cada uno por sus propias razones, decide aportar esa experiencia y mucha voluntad a favor de sus conciudadanos. Por ello dimos un paso al frente, y nos afiliamos a un partido político. Pero esta no es, ni mucho menos, la única ni la más importante forma de contribuir al bien colectivo; de hecho, hay muchas más. Todos los días vemos ejemplos de acciones y actitudes altruistas aportando sus respectivos granitos de arena, que consiguen toda una “playa” de logros solidarios que consiguen que nuestra sociedad sea algo mejor que el día anterior.
Y es precisamente en los momentos de crisis donde se manifiesta en toda su grandeza la generosidad de la sociedad española y, especialmente, la madrileña. Lo hemos visto en crisis internacionales, donde la ayuda de nuestro país es habitualmente la primera en llegar, en la respuesta que se da ante llamamientos puntuales, en campañas de recogidas de ayuda y/o alimentos, y desde luego se ha visto durante la pandemia por el COVID. La Comunidad de Madrid recibió toneladas de material, millones de euros en donaciones, y miles y miles de ofrecimientos en colaboración, aportación de ideas y o experiencias. Todo tipo de ayuda, siempre con la finalidad de contribuir, de aportar cada uno desde sus posibilidades, tanto a nivel de empresas como de personas anónimas, su granito de arena para mitigar los terribles efectos de la pandemia.
Todo lo anterior me lleva al convencimiento de la necesidad de trabajar para canalizar mejor ese espíritu solidario y generoso de nuestra sociedad, de lograr un mejor aprovechamiento de todo ese potencial que tiene la sociedad civil para aportar de forma altruista valor y experiencia a favor de un bienestar colectivo, y hacerlo de una manera más fácil, ordenada y, sobre todo, reconocida. Este es precisamente el espíritu y la manera de ser de mi compañero y próximo presidente de la Comunidad de Madrid, Edmundo Bal, y de Ciudadanos: escuchar a la sociedad civil para ver cómo puede ayudar y ayudarnos porque nosotros procedemos de la sociedad civil.
Hace pocos días tuve la oportunidad de escuchar en boca del presidente de la Unión Profesional, que agrupa al mayor colectivo de Colegios y Consejos profesionales, su ofrecimiento a colaborar de manera altruista con la Administración para contribuir con su experiencia y ayuda para aportar soluciones en un momento como el actual, en el que atravesamos la mayor crisis sanitaria, social y económica de nuestra historia reciente. Creo honestamente que es una oferta que no puede quedar sin aceptación. Sería un error.
De igual manera, son muchos los ofrecimientos de asociaciones de pacientes, sociedades científicas, colectivos sociales de muy diversa índole, que de manera reiterada ofrecen su ayuda y colaboración a la Administración, para mejorar y aportar valor al conjunto de la sociedad. No podemos despreciar toda esta ayuda.
Pero para poder articular de una manera efectiva todo este potencial que ofrece la sociedad civil, hace falta una transformación profunda en la manera en que se relaciona la Administración con los ciudadanos. Creo que se debe ir mucho más allá de la tradicional negociación con los agentes sociales, que puede ser suficiente para resolver otras cuestiones más en relación con la negociación y armonización de intereses contrapuestos, pero que deja un gran espacio, el de la colaboración, para avanzar en un modelo de sociedad que responda a los viejos y nuevos retos que hay planteados, y trabajar todos para fabricar un espacio efectivo en el que poder dar cabida a todo este caudal civil cuyo propósito común es el de aportar trabajo y experiencia a favor de un bien colectivo, construyendo entre todos una sociedad mejor. Se trata en definitiva de definir estrategias, nuevas actitudes, nuevas reglas de juego, que creen ese espacio de colaboración entre la sociedad civil y la administración, en el que se pueda aprovechar con transparencia, con eficacia, y también con visibilidad todo el potencial que tiene la sociedad civil española y madrileña, no solo porque está plagada de talento, sino también de generosidad.
José María Antón
Exviceconsejero de Humanización Sanitaria y número 7 de la candidatura de Ciudadanos a la Comunidad de Madrid
