Las festividades navideñas se acercan y, con ellas, fechas señaladas como el tradicional Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad.
Compartir la ilusión con familia, amigos o compañeros de trabajo sigue siendo una práctica habitual, pero la forma de hacerlo ha cambiado: hoy se reparten décimos por WhatsApp y se paga cada participación por Bizum. Para evitar sustos si toca, conviene extremar las precauciones y dejar un rastro claro y verificable de cada movimiento.
Según la compañía española de electrónica de consumo SPC, a finales de 2024 más de 28,2 millones de personas podían usar Bizum para enviar dinero a amigos y familiares, así como para cobros y pagos en Loterías y Apuestas del Estado. Solo en diciembre de ese año se superaron los 100 millones de operaciones mensuales, reflejo de que los pagos entre particulares en línea forman ya parte de la rutina. A ello se suma el intercambio de fotografías del décimo por aplicaciones de mensajería, un gesto rápido que, sin embargo, no sustituye los requisitos legales para el cobro.
SPC recomienda que, al abonar por Bizum una participación, se incluyan siempre en el concepto el número del décimo y la cantidad aportada. Así, el movimiento queda identificado en el historial y justifica la participación si el billete resulta premiado. Guardar el justificante digital —por ejemplo, mediante una captura de pantalla— y enviarlo al grupo de participantes refuerza la trazabilidad. Igualmente, es clave verificar el número del destinatario antes de confirmar cualquier envío para evitar errores.
Las propias aplicaciones de pago instantáneo ofrecen utilidades que ayudan a organizar la compra conjunta. Usar “Pedir dinero” o “Dividir un gasto” permite que quien custodia y adquiere el décimo solicite automáticamente a cada participante su parte, reduciendo fallos humanos y dejando constancia de los importes y los plazos.
Además del pago digital, SPC aconseja formalizar un documento sencillo que recoja las condiciones de la participación: nombre de cada integrante, cantidad abonada, número del décimo, fecha de pago y una fecha límite para realizar la aportación. Este escrito, firmado por los interesados, actúa como respaldo ante dudas o reclamaciones posteriores y evita discusiones si la suerte acompaña.
No todas las redes son igual de fiables. Para operaciones de pago, es preferible usar la red móvil propia o una conexión privada y mantener las apps bancarias actualizadas, además de activar la verificación en dos pasos o biométrica. SPC insiste también en rechazar solicitudes de pago inesperadas o de desconocidos. El llamado “Bizum inverso”, sobre el que alerta el INCIBE, consiste en que el estafador envía una solicitud de dinero en lugar de pagar. Antes de aceptar, hay que comprobar la identidad real de quien pide el ingreso.
Los premios inferiores a 2.000 euros pueden cobrarse en cualquier punto de venta oficial de Loterías y Apuestas del Estado sin efectivo. Para recibirlos vía Bizum, basta con generar un código QR desde la app del banco y presentarlo para su lectura y validación. En el caso de décimos adquiridos en línea, el importe se ingresa de forma automática en la cuenta del usuario. Para premios superiores a 2.000 euros, el cobro debe realizarse en entidades bancarias autorizadas, nunca mediante aplicaciones de pago instantáneo.
Pese a la comodidad de los medios digitales, el décimo sigue siendo un documento físico al portador. Solo quien lo custodia puede cobrar el premio; ni fotografías, ni mensajes en WhatsApp, ni justificantes de Bizum sustituyen su valor legal. Por ello, el billete original debe guardarse en un lugar seguro, protegido de humedad y calor, y conviene pactar por escrito quién será el responsable de su custodia para evitar conflictos si la fortuna llega.