El Centro de Control de Túneles de la M-30 llevará el nombre de Manuel Melis
El ingeniero Manuel Melis, responsable del soterramiento de la M-30 y pieza clave en la transformación urbana de Madrid, ha recibido un homenaje póstumo al bautizar con su nombre el Centro de Control de Túneles de Madrid Calle 30. El acto, celebrado este lunes, contó con la presencia del alcalde José Luis Martínez-Almeida, el exalcalde Alberto Ruiz-Gallardón y la familia de Melis.
Martínez-Almeida destacó la contribución de Melis como figura imprescindible en el desarrollo de infraestructuras que transformaron la ciudad, como el soterramiento de la M-30 entre 2003 y 2007 y la creación del parque Madrid Río. "Manolo Melis representa la capacidad de hacer posible lo que parecía imposible", afirmó el alcalde, subrayando su papel en la construcción de una de las redes de túneles urbanos más extensas del mundo.
Por su parte, Ruiz-Gallardón recordó a Melis como el "artífice de la mayor transformación urbana de Madrid" y destacó su "visión y determinación". Parafraseando a Napoleón, describió al ingeniero como "mucho más que un soldado, el ganador de esta batalla".
El Centro de Control de Túneles de Madrid Calle 30, que ahora lleva el nombre de Melis, ha sido renovado tecnológicamente con una inversión de 11,5 millones de euros, en gran parte financiados por los fondos Next Generation de la Unión Europea. Esta modernización incluye sistemas automatizados para gestionar emergencias en tiempo real, Inteligencia Artificial y señalización avanzada, reduciendo significativamente los tiempos de respuesta ante incidentes.
Con más de 1.850 cámaras, 700 postes SOS y miles de dispositivos de seguridad distribuidos a lo largo de los túneles, el centro representa una revolución en la gestión de infraestructuras urbanas.
El exalcalde rememoró los retos y críticas enfrentados durante las obras del soterramiento, compartiendo una anécdota con un taxista que, tras años de incomodidades por las obras, reconoció su importancia una vez concluidas. Gallardón enfatizó que transformaciones de esta magnitud siempre generan resistencias, pero terminan siendo ampliamente valoradas.
