Ana Botella: "Ningún mayor se quedará sin teleasistencia"

La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, ha garantizado este miércoles que ningún mayor que lo necesite se quedará sin el servicio Teleasistencia Domiciliaria (TAD) por razones económicas.
"La vulnerabilidad social no conoce de rentas ni de clases sociales ni de nivel cultural. La vulnerabilidad social puede afectar a cualquier madrileño y yo les prometo que todos van a poder seguir viviendo en su domicilio en condiciones de seguridad", ha dicho la alcaldesa durante una visita a la Central de Teleasistencia que gestiona para el Ayuntamiento Personalia.
Después de hablar desde la central con alguna de las personas que utilizan este servicio y algún familiar, la alcaldesa ha destacado lo que significa para los familiares de las personas atendidas por este servicio "tener la tranquilidad de que unos padres están acompañados".
"Tener la confianza, cuando uno va a trabajar o está cuidando a sus hijos, de que hay alguien que vela por el resto de la familia", ha continuado la alcaldesa, que ha estado acompañada por la delegada de Familia y Servicios Sociales, Dolores Navarro.
El servicio de teleasistencia del Ayuntamiento de Madrid ha pasado de los 30.845 usuarios en el 2003, cuando estaba concebido como un servicio para atender situaciones de emergencia, a los 133.000 en 2013 (110.000 domicilios).
En 2013 se prorrogó y modificó el contrato de gestión de este servicio, con una vigencia hasta el 31 de octubre de 2016, por un importe de 88 millones de euros.
Actualmente, da cobertura al 21 % de los mayores de 65 años y al 45% de los mayores de 80 años, una cifra que el Ayuntamiento compara muy a favor con la media nacional del 7 %.
En ese nuevo contrato se contempla como novedad graduar el número de llamadas de seguimiento en función de la situación de riesgo de las personas mayores para conseguir un servicio más equilibrado y personalizado.
Dentro del contrato figura incluir la aportación económica de los usuarios al coste del servicio, de modo que la financiación por parte del Ayuntamiento sea del 87 % del total.
Esa aportación estará definida en base a la capacidad económica de los usuarios estableciéndose un baremo basado en los principios de solidaridad y justicia social.
Ana Botella ha explicado que el Ayuntamiento ha "tratado de buscar la fórmula más justa, que paguen más quienes más tienen, y que no paguen, o paguen menos, quienes menos tienen".
Las aportaciones se calculan en función de la Renta Mensual Per Cápita (RMPC), que es el resultado de sumar todos los ingresos anuales (pensiones y rentas) de todos los miembros de la familia y dividirlos entre los 12 meses del año.
El resultado se divide por el número de miembros de la familia y además, en el caso de personas mayores que viven solas, más vulnerables además de que afrontan solos los gastos generales de su hogar, su renta se divide entre 1,5 lo que supone un coeficiente de compensación.
En función de la cantidad resultante se aplican los distintos tramos de baremo, lo que da lugar a que se paguen 0, 3, 6, 9 ó 12 euros al mes.
Este es gratuito para las personas mayores que viven solas y cuyos ingresos no excedan de 690 euros al mes o para las familias de dos personas cuyos ingresos no excedan de 920 euros al mes.
En el otro extremo, las personas que viviendo solas y tengan ingresos superiores a 1.499 euros y las familias con dos personas cuyos ingresos superen lo 1.999 euros al mes tendrán que aportar la cantidad máxima fijada en 12 euros al mes.
De las 8,4 millones de llamadas que se producen al año entre los usuarios y las centrales de asistencia, el 85 % parten de la central para recordar a los usuarios la medicación, citas médicas, conocer cómo se encuentran, es decir, es un servicio de acompañamiento.
Asimismo, a través del sistema se canalizan multitud de mensajes y consejos importantes para la salud y bienestar las personas mayores.
Es una comunicación bidireccional puesto que los usuarios realizan 1 millón de llamadas al año, en su gran mayoría para situaciones de no emergencia como simplemente hablar, saludar o pedir información.