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Las calles vuelven a llenarse de faldas largas de inspiración boho
El “poco a poco” va llegando el buen tiempo va desapareciendo, porque ya hemos empezado a decir “qué calor”, los 30º grados empiezan a aparecer en esta primavera.
Aunque todavía no hayamos sacado la ropa de verano, es tiempo de usar prendas del armario más fresquitas, con telas más ligeras y dejar los vaqueros de lado. El outfit perfecto para esta temporada lleva una falda larga estilo boho chic, casi como si nos trasladamos a Ibiza. Su ligereza, movimiento y aire desenfadado convierten estas piezas en aliadas imprescindibles para los meses más cálidos, tanto en entornos urbanos como en escapadas a la costa.
El estilo boho, con raíces en la estética hippie y toques étnicos, apuesta por tejidos naturales, estampados florales, bordados artesanales y siluetas amplias. Las faldas largas que siguen esta línea suelen combinar texturas y colores suaves, proponiendo un look relajado sin renunciar al carácter. Además, no podemos obviar la influencia ibicenca, que se manifiesta en prendas predominantemente blancas, confeccionadas con algodón o lino y detalles en encaje, crochet o puntillas que aportan frescura y elegancia.
De las pasarelas a la calle
Firmas de moda y diseñadores han recuperado estos estilos en sus últimas colecciones, reinterpretándolos con nuevas formas y tejidos sostenibles. Las pasarelas de primavera-verano han mostrado faldas de inspiración bohemia combinadas con camisas anudadas, tops de punto o chalecos bordados. El resultado: estilismos cómodos, versátiles y con una estética que conecta con el deseo de libertad y conexión con la naturaleza.
En paralelo, las grandes cadenas de moda han adaptado esta tendencia democratizando, y ofreciendo versiones más asequibles sin perder la esencia.
Más allá de la moda, una actitud
Además de ser una propuesta estilística, la combinación de lo boho y lo ibicenco refleja una forma de entender el verano. Es una manera de vestir que busca la autenticidad, el confort y un espíritu relajado. No solo se trata de una tendencia estética, sino también de una declaración de intenciones: conectar con lo esencial, disfrutar del presente y moverse con libertad.
Las faldas largas, protagonistas indiscutibles del armario estival, reafirman así su posición como prenda clave. Ya sea con sandalias de cuero, alpargatas o incluso zapatillas, son sinónimo de frescura y estilo atemporal.
