Cerca de 15.000 jóvenes se han formado en inteligencia artificial gracias al curso de la Comunidad de Madrid

El curso sobre Inteligencia Artificial (IA) lanzado por la Comunidad de Madrid el pasado mes de octubre ha alcanzado ya a casi 15.000 jóvenes de la región, proporcionándoles una introducción a esta tecnología cada vez más presente en distintos ámbitos profesionales.
Entre los participantes se encuentra Paula, una científica de datos recién graduada que trabaja en proyectos de inteligencia artificial generativa. “Me enteré del curso gracias a mi abuelo, que lo vio en el periódico y me mandó una foto”, comenta con humor. Destaca que la formación ha sido útil para perfiles muy diversos y resalta que la IA se plantea como una herramienta que complementa y potencia el trabajo humano: “Es un acelerador, no un sustituto”.
El programa, desarrollado en colaboración con Microsoft y Founderz, ha sido diseñado para que los jóvenes puedan aplicar de inmediato los conocimientos adquiridos. Pau Garcia-Milà, cofundador y co-CEO de Founderz, explica que el enfoque es eminentemente práctico: “La inteligencia artificial no es nueva para ellos; muchos ya la usan en su día a día. Por eso, queríamos pasar rápidamente a la acción y mostrar su enorme potencial, siempre desde un uso responsable y respetuoso”.
Una formación accesible y práctica
Paula decidió inscribirse en el curso para explorar nuevas perspectivas y evaluar su contenido con el fin de entender cómo esta tecnología puede ser útil en diferentes ámbitos. Destaca que una de las enseñanzas más valiosas es la personalización de la IA para tareas específicas, ya que cada usuario tiene necesidades diferentes.
García-Milà subraya que el curso busca proporcionar herramientas útiles desde el primer día, tanto para estudiantes de Formación Profesional y universidad como para quienes ya están en el mercado laboral. Además de desarrollar habilidades técnicas, la formación también aborda cuestiones éticas, enfatizando la importancia de verificar fuentes, evitar el plagio y comprender que la IA no es una fuente de verdad absoluta, sino un apoyo para la productividad.
“Es como evitar el síndrome de la página en blanco. La IA te da un borrador para empezar, pero todo debe ser revisado y adaptado”, añade Paula.
Introducción al ‘prompt engineering’
Uno de los módulos del curso introduce a los participantes en el concepto de ‘prompt engineering’ o ingeniería de comandos, que permite crear aplicaciones y páginas web sin necesidad de programar. Para Paula, esta unidad es especialmente valiosa: “Es una herramienta útil para cualquier persona, independientemente de su perfil técnico”.
Garcia-Milà explica que el curso combina teoría y práctica con ejercicios diseñados para mostrar cómo integrar la IA en la vida diaria. Los alumnos aprenden a usar herramientas gratuitas como ‘Copilot’ para desarrollar pequeñas aplicaciones o juegos sin conocimientos previos de programación. Asimismo, se enfatiza el valor del ‘prompt engineering’ como una habilidad clave para interactuar con modelos de IA y optimizar procesos en múltiples sectores.
Desde su experiencia, Paula considera que el curso ofrece una base sólida para quienes se inician en este campo. No obstante, sugiere que podría ampliarse el contenido técnico para aquellos con mayor experiencia en inteligencia artificial.
La Comunidad de Madrid se ha fijado el objetivo de alcanzar los 100.000 inscritos en este programa. Sin embargo, tres meses después de su lanzamiento, la cifra alcanzada supone aproximadamente una sexta parte de esa meta.