Ricky Rubio admite que está más cerca de la retirada definitiva del baloncesto
El internacional español Ricky Rubio ha reconocido que cada día está más cerca de dejar definitivamente el baloncesto profesional.
En una emotiva entrevista emitida este domingo en el programa Lo de Évole, el base catalán compartió su lucha interior desde que debutó con apenas 14 años, marcada por una autocrítica constante y una exigencia personal que lo ha acompañado durante toda su carrera.
"Me gustaría jugar al baloncesto sin todo lo demás, pero es imposible, y sin ser Ricky Rubio. Yo quiero jugar al baloncesto, pero no puedo", declaró el jugador, que confesó estar haciendo un último esfuerzo para determinar si realmente puede seguir en activo. "La respuesta, cada día es más clara", admitió.
Rubio, que no disputa un partido profesional desde hace más de un año con el FC Barcelona, repasó momentos clave de su trayectoria, como la lesión de rodilla sufrida en diciembre de 2021 durante su etapa con los Cleveland Cavaliers. Este episodio marcó un punto de inflexión en su salud física y mental, hasta el punto de abandonar la concentración de la selección española antes del Mundial de 2023 para proteger su bienestar emocional.
"Una de las noches que estaba en el hotel dije: 'no quiero seguir, ya no con el baloncesto, con la vida'", confesó Rubio, señalando que la presión mediática y las expectativas desde su adolescencia fueron factores determinantes en su desgaste emocional. "Jugaba porque me enamoraba la sensación de estar en un equipo", recordó.
El jugador más joven en debutar en la ACB también relató cómo, desde el inicio, sintió que tenía que cumplir un papel prefijado. "Todo viene de esa pretemporada", explicó sobre su incorporación al primer equipo del Joventut. En su testimonio, destaca la influencia de Pau Gasol como referente profesional y personal, al tiempo que reconoce que nunca se permitió disfrutar plenamente de sus logros.
Rubio detalló experiencias que reflejan la lucha contra sus propias inseguridades, como en el Mundial de 2010 o su tercer año en la NBA, y la dificultad de mostrarse vulnerable en un entorno que exige una imagen de fortaleza constante. "Mis emociones siempre las he intentado esconder, porque si no, me frenaban", declaró.
El fallecimiento de su madre en 2016 fue otro punto de ruptura. "Tengo que desconectar del personaje", afirmó, señalando que su prioridad vital ha cambiado. "No sé si mi sueño era jugar en la NBA, pero sí mi sueño era ser padre", reflexionó.
Actualmente, a sus 34 años, Rubio está en un periodo de reflexión. Aunque asegura que no es una despedida definitiva, reconoce que el regreso solo sería posible si logra reencontrar el disfrute por el juego. "Estoy intentando encontrar disfrutar el baloncesto sin todo lo que repercute", dijo.
Por último, el base valoró la situación de Lamine Yamal, destacando la necesidad de proteger a los jóvenes talentos de la presión desmedida. "¿Le están formando para saber eso? ¿Es consciente de aceptar esa responsabilidad?", se preguntó, dejando una reflexión abierta sobre el papel de la sociedad en el deporte de élite.
