Osoro cree que ningún obispo se puede oponer al documento papal sobre familia

El arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, cree que ningún obispo de la Iglesia Católica se opone a la doctrina del papa expresada en su última exhortación en la que pide evitar posturas rígidas ante situaciones como la de los divorciados vueltos a casar y apoya su readmisión en los sacramentos.
Así lo ha manifestado el también miembro del XIX Consejo Ordinario de la Secretaría General del Sínodo de los Obispos, quien ha reconocido que después de leer la exhortación apostólica sobre la familia "Amoris Laetitia" ("La alegría en el amor"), ha sentido "una llamada a la conversión personal y pastoral".
En una rueda de prensa para analizar este texto, Osoro ha destacado cómo el papa aconseja que, frente a situaciones difíciles de familias heridas -como el divorcio-, los pastores están obligados a discernir y evitar juicios.
"El camino de la Iglesia es el de no condenar a nadie para siempre", ha afirmado Osoro, parafraseando las palabras del papa Francisco que pide en su último texto que a las personas divorciadas que viven en nueva unión, "es importante hacerles sentir que son parte de la Iglesia, que 'no están excomulgadas'".
En su documento papal, Jorge Bergoglio pide, ante estas situaciones, "un atento discernimiento y un acompañamiento con gran respeto, evitando todo lenguaje y actitud que les haga sentir discriminadas, y promoviendo su participación en la vida de la comunidad".
"Estas palabras -ha dicho Osoro- llevan toda una mística de acción pastoral que hemos de aprender junto al Señor".
Por eso, el arzobispo de Madrid se ha mostrado convencido de que "ningún obispo de la Iglesia católica se opone a la doctrina del papa". "Lo entiendo así y lo digo con toda sinceridad".
Sobre cómo trasladar a la realidad el mensaje del papa Francisco, Osoro ha admitido que toda la exhortación supone un nuevo modo de actuar y de situarse ante la familia, lo que implica preparar a los pastores y mirar como el Señor "enseñó a la Iglesia a estar junto a todas las situaciones de los hombre".
Por su parte, el secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE), José María Gil Tamayo, ha agradecido al papa Francisco este magisterio "luminoso y positivo" sobre el matrimonio y la familia, al que ha expresado la "adhesión sin fisuras" de la Iglesia española.
Ha recordado que este texto es fruto de "un importante y novedoso proceso sinodal" que ha ocupado a la Iglesia en los últimos años y que ha cuajado en dos asambleas sinodales después de preguntar en las parroquias, comunidades, Conferencias Episcopales y diócesis.
El profesor de la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia de Salamanca José Luis Segovia ha explicado que el texto del papa "no modifica la doctrina de la Iglesia sobre el matrimonio, pero sí cuestiona el trato dado a las personas en determinadas ocasiones cuando no colman el ideal cristiano del matrimonio".
Pablo Guerrero, profesor de Teología Pastoral en la Universidad Pontificia Comillas ha compartido esta misma visión y ha asegurado que "por muy herida que esté una familia, ésta puede crecer gracias al amor".
Ha señalado que el gran reto para la pastoral familiar es acompañar los primeros años de las personas que deciden compartir su vida, ayudarles en sus crisis y estar presente en las diferentes etapas de la vida de las familias.
Por su parte, Javier Mª Prades, rector de la Universidad Eclesiástica San Dámaso, ha destacado la forma en la que el pontífice aborda el tema del individualismo, "que puede ser un freno para la experiencia del amor". "Por un lado, tememos la soledad y al mismo tiempo crece el temor a vernos atrapados en una relación que postergue la consecución de nuestras aspiraciones".
Julio Martínez, rector de la Universidad Pontificia de Comillas, cree que este documento pastoral es una llamada de apertura a la complejidad del mundo y de las familias. "No podemos separar entre puros e impuros entre buenos y malos y el papa lo dice varias veces", ha señalado.