Más de 10.000 niños de 300 colegios de Madrid han participado en la tradicional ofrenda de flores a la Virgen en la explanada de la Catedral de la Almudena.
En la explanada de la Catedral de la Almudena, más de 10.000 niños de 300 colegios de Madrid participan en la tradicional ofrenda de flores a la Virgen. Este evento, que precede a la fiesta del domingo 9 de noviembre, ha congregado a numerosos escolares que han adornado el lugar con flores y escudos escolares. Entre ellos, destaca Irene, subdelegada del colegio Sagrado Corazón de Jesús de Rosales, quien se mostró emocionada por su participación en esta actividad.
La tutora Rocío explica que en el colegio han trabajado la historia y la imagen de la Virgen de la Almudena mediante un método interactivo. Irene, impresionada por los relatos sobre las velas que permanecieron encendidas al descubrirse la imagen, comparte sus deseos para los más necesitados y su compromiso personal como parte del Pasaporte del Peregrino de la Esperanza. Además, invita a otros niños a visitar a la Virgen describiéndola como una experiencia especial.
Tras realizar la ofrenda, los estudiantes acceden al interior del templo para un momento de recogimiento y oración. Rocío destaca que esta visita es un paso importante en el camino hacia su Primera Comunión, que incluye también su primera confesión prevista para febrero. La actividad se convierte así en una experiencia formativa y espiritual para los pequeños.
El Colegio Cristo Rey de La Latina también participa en esta jornada con un nutrido grupo de alumnos desde 1º de Primaria hasta 4º de ESO. Entre los acompañantes se encuentra Lilian, madre evangélica interesada en conocer más sobre lo que sus hijos aprenden en el colegio católico. A pesar de las diferencias religiosas, Lilian valora positivamente las enseñanzas recibidas por sus hijos y busca involucrarse activamente en su educación religiosa.
Lilian aprecia el enfoque educativo del colegio y considera beneficioso que sus hijos crezcan con valores religiosos. Su interés por comprender lo que sus hijos aprenden refleja un deseo por integrarse y apoyar su formación espiritual. Esta actitud abierta resalta la importancia del diálogo interreligioso y el respeto mutuo en el ámbito educativo madrileño.