Festival Riesgo 2026 llevará al público madrileño seis estrenos internacionales de circo contemporáneo hasta el 1 de marzo

La Comunidad de Madrid ha presentado la segunda edición del Festival Riesgo, que se celebrará entre el 12 de febrero y el 1 de marzo de 2026 en los Teatros del Canal.

El Gobierno regional ha dado a conocer una programación que reunirá seis propuestas internacionales procedentes de España, Bélgica, Francia, Suiza y Canadá, cuatro de ellas en estreno nacional. El anuncio se realizó en un acto en los Teatros del Canal, donde se destacó la línea artística de un circo contemporáneo híbrido y reflexivo, combinando acrobacia, danza, teatro, malabares, manipulación de objetos y música en directo.

Durante la presentación, el consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Mariano de Paco Serrano, y la directora artística del festival, Eva Luna García-Mauriño, subrayaron la consolidación de esta iniciativa cultural. Ambos insistieron en la importancia de ampliar el alcance de un proyecto que, desde su primera edición, aspira a reforzar la presencia del circo contemporáneo en la oferta cultural regional.

García-Mauriño indicó que el festival profundizará en «cómo el circo se nutre de otras artes y cómo la hibridación se convierte en motor creativo», con espectáculos que «viajan de lo íntimo a lo expansivo, de lo mínimo a lo vertiginoso, sin renunciar a la complejidad intelectual».

Un festival en expansión dentro de la agenda cultural madrileña

La directora artística defendió el valor del circo como disciplina plena: «Defendemos el circo como arte en mayúsculas. Quienes creían que no les gustaba están descubriendo que hay tantos circos como gustos posibles». El consejero de Cultura destacó, por su parte, que la Comunidad «apuesta por construir, ampliar y acompañar el desarrollo de las propuestas culturales».

De Paco Serrano afirmó que el festival seguirá creciendo dentro de la programación regional y señaló que «presenciar circo nos conecta con algo profundamente humano y nos hace más cultos». Esta línea institucional se enmarca en la estrategia de promoción cultural impulsada por el Ejecutivo autonómico.

La edición de 2026 se abrirá con ‘Play Dead’, de la compañía canadiense People Watching, una pieza concebida durante la pandemia que transforma una sala de estar en un espacio onírico donde se cruzan acrobacias, malabares y trapecio para reflexionar sobre juventud, fragilidad y celebración de la vida.

Seis propuestas internacionales y una conferencia especializada

Tras la inauguración, el público podrá asistir al absurdo escénico de ‘Der Lauf’, de los belgas Les Vélocimanes Associés, donde dos artistas actúan a ciegas con cubos en la cabeza mientras los espectadores participan en la construcción del riesgo. El programa incluirá también ‘Bürstner's Club’, de la compañía española DelsAltres, una propuesta de gran formato que combina virtuosismo aéreo, juegos icarios y teatro para retratar la intimidad y las dinámicas internas de una comunidad circense.

La creación franco-suiza ‘PANDAX’ adaptará a sala una ‘road movie’ circense con báscula, palo chino, lanzamiento de cuchillos y música en directo, en torno al viaje de cinco hermanos tras el funeral de su padre. A esta obra se sumará ‘Si c'est sûr c'est pas peut-être’, de los franceses Takakrôar, que mezcla humor, filosofía, música y acrobacias en una yurta, explorando situaciones tan imprevisibles como tocar la guitarra boca abajo o realizar malabares mientras los intérpretes se besan.

El festival concluirá con ‘Le complexe de l'autruche’, del Collectif d'équilibristes, un trabajo coral de equilibrio sobre manos que transforma una disciplina habitualmente solitaria en una composición grupal para reflexionar sobre la vulnerabilidad y la percepción invertida del mundo.

Una reflexión escénica sobre la dramaturgia del circo

La programación se completa con una conferencia del director y pedagogo Roberto Magro, titulada ‘Los siete hilos invisibles’, centrada en los vectores que articulan la dramaturgia circense contemporánea y en la relación entre técnica, sentido y construcción escénica.

García-Mauriño concluyó que «Riesgo es un lugar donde el riesgo se vuelve emoción compartida» y reafirmó la intención de consolidar un espacio que busca transformar la manera en que el público madrileño se aproxima al circo contemporáneo.