La reforma laboral, de nuevo a escena

<"background-color: inherit; color: inherit; caret-color: auto;">Los sindicatos vuelven a la carga y quieren acelerar la derogación de la reforma laboral de Bañez. La tregua que sobre este espinoso asunto ha proporcionado la crisis sanitaria y económica parece haber concluido y UGT y Comisiones Obreras vuelven a poner esta cuestión sobre la mesa de la negociación del Gobierno con los agentes sociales.
El eufemismo de que la reforma abordaría únicamente los aspectos lesivos de dicha reforma es precisamente eso, un eufemismo. La vuelta a los convenios sectoriales o la ultraactividad de los convenios son los caballos de batalla de los sindicatos desde que se aprobó la reforma y son justamente los que logran dar flexibilidad a las empresas para adaptarse a las circunstancias.
La guerra sindical ha vuelto y con fuerza, ya que se ha filtrado que la vicepresidenta económica no quiere ni oír hablar de tocar la reforma laboral y menos en estos momentos. Parece de sentido común que, en medio de una brutal crisis sanitaria y económica, no es momento de hacer mudanza. Es más, no debería tocarse en ningún caso como vienen pidiendo organismos nacionales e internacionales. Hay que recordar que la reforma de Bañez logró, en los tiempos más duros de la anterior crisis, que se parara la sangría de destrucción de puestos de trabajo. Las empresas con esa herramienta pudieron adaptar salarios, movilidad, turnos de trabajo, en lugar de recurrir como única opción al despido de trabajadores.