En una operación conjunta, la Policía Nacional, con el apoyo de Interpol y la Policía Nacional de Colombia, ha logrado desmantelar una red criminal dedicada a la trata de personas con fines de explotación sexual.
Esta intervención ha permitido liberar a ocho mujeres que eran obligadas a prostituirse en pisos de Oviedo.
Según la información proporcionada por la Policía, las víctimas, todas ellas de origen sudamericano, fueron engañadas en sus países con falsas promesas de empleo en España. Al llegar, se les imponía una deuda de 6.000 euros, que debían pagar ejerciendo la prostitución sin descanso, las 24 horas del día, los siete días de la semana.
La operación ha resultado en la detención de cinco individuos, dos en Oviedo y tres en Madrid, incluyendo a la líder de la organización, quien ha sido enviada a prisión provisional junto a otro de los detenidos.
La investigación, que comenzó en marzo de 2025, se inició tras las declaraciones de dos testigos que afirmaron haber sido explotados sexualmente. Sus testimonios fueron cruciales para descubrir una red "perfectamente estructurada" con bases en Madrid y Oviedo, que captaba a mujeres mediante engaños y promesas laborales falsas, aprovechándose de su situación económica precaria.
Una vez reclutadas, la organización se encargaba de gestionar todo lo necesario para su traslado a España, incluyendo la obtención de pasaportes y billetes de avión. Al llegar, las mujeres eran informadas de una supuesta "deuda" de 6.000 euros, que debían saldar a través de la prostitución forzada.
En España, las víctimas eran alojadas en pisos de Oviedo utilizados como prostíbulos. Al llegar, los miembros de la red les confiscaban los pasaportes como medida de presión para asegurar el pago de la deuda.
Las condiciones impuestas eran extremadamente abusivas. Las mujeres debían estar disponibles para trabajar sin descanso, sin poder rechazar a ningún cliente. Del total de sus ingresos, debían entregar el 50% a su captadora, quien mantenía contacto con un intermediario encargado de gestionar anuncios en internet y citas.
Además, las víctimas debían pagar 380 euros semanales por el alquiler de la habitación y tarifas adicionales por las sesiones fotográficas para su promoción en plataformas digitales.
Su libertad de movimiento estaba severamente restringida, permitiéndoles salir solo en momentos específicos, bajo supervisión o con autorización, y únicamente para realizar compras básicas en comercios cercanos. En ocasiones, cuando los clientes requerían cocaína, las propias víctimas contactaban con la líder del grupo, quien organizaba la entrega de la droga.
El operativo culminó con la detención de cinco personas, todas investigadas por delitos relacionados con la trata de seres humanos con fines de explotación sexual, prostitución coactiva, violación de los derechos de los ciudadanos extranjeros y tráfico de drogas.
Se llevaron a cabo cinco registros, cuatro en Oviedo y uno en Madrid, en dos domicilios particulares y tres pisos utilizados para la explotación. Durante los registros, se incautaron diversas cantidades de drogas, documentación relevante para la investigación y material informático de gran interés.