La Comunidad de Madrid replanta 18.400 árboles en terrenos del suroeste quemados en los incendios de los últimos años

La Dirección General de Biodiversidad y Recursos Naturales de la Consejería de Medioambiente, Vivienda y Agricultura de la Consejería de Medioambiente, Vivienda y Agricultura de la Comunidad de Madrid está realizando varias plantaciones en la zona suroeste de la región y que han sido afectadas por los incendios forestales que han tenido lugar en los últimos años en los montes públicos de la región.
En ese sentido, se está actuando en los municipios de San Martín de Valdeiglesias, Valdemaqueda, Zarzalejo, Manzanares El Real, Cadalso de los Vidrios y Cenicientos.
Las labores sobre las plantaciones realizadas en San Martín de Valdeiglesias (el incendio más reciente, de julio de 2021) consisten en restaurar la vegetación perdida, generando bosques mixtos mediterráneos, mezclando especies de coníferas (Pinus) y frondosas (Quercus) adaptadas a las condiciones climáticas y edáficas existentes.
Para las actuaciones en montes en las zonas quemadas más antiguas (Valquemada y Cadalso), se están reponiendo las plantas que no han prosperado de la plantación inicial, que además se está complementando con la regeneración natural que crece espontáneamente procedente de semillas venidas de terrenos forestales próximos.
Concretamente, en Valdequemada se están plantando 9.990 árboles de una savia de Pinus pinaster; en San Martín de Valdeiglesias 6.900 árboles, 5.500 de Pinus pinea de una savia, 900 Quercus ilex de una savia y 500 Pinus pinaster de una savia.
En Cadalso de los Vidrios 1.600 árboles, de los que 1.000 son Pinus pinea de una savia, 500 Pinus pinaster de una savia y 100 Quercus ilex de una savia. En esta zona, y teniendo en cuenta la densidad que haya, también se utilizarán encinas que aportará el Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario que también Irán a Valdemaqueda y al embalse de San Juan.
GESTIÓN FORESTAL
Las actuaciones ejecutadas en montes públicos, siempre en colaboración con los ayuntamientos propietarios, van orientadas a recuperar lo más rápidamente las masas perdidas como consecuencia de los incendios, incluso mejorándolas al introducir especies más adaptadas y en las densidades más adecuadas para optimizar el espacio y generar bosques más resilientes y resistentes a este tipo de eventos extremos y, a su vez, más adaptados a las modificaciones climáticas esperables como consecuencia del calentamiento global.
Técnicos de la Consejería de Medioambiente han explicado que las masas forestales generadas mediante estas plantaciones no solo trabajarán como sumideros de carbono, "sino que sujetarán el suelo evitando su pérdida y sustentarán la biodiversidad que habita en estos ecosistemas, contribuyendo, también, al almacenamiento del agua que en última instancia nos dará de beber".
"Estos bosques, en el futuro, y a la vez que proporcionan todos estos servicios a la sociedad y, mientras son gestionados sosteniblemente por nuestros técnicos encargados de su gestión, también proporcionarán importantes materias primas renovables (madera, leña, biomasa, piñas) que contribuirán a mitigar el cambio climático, por su valor de sustitución de otro tipo de materiales no renovables en cuya fabricación se emplean combustibles fósiles", han explicado.