Madrid ha vuelto a ser reconocida como ‘Ciudad Amiga de la Infancia’, una distinción otorgada por Unicef a aquellos municipios que acreditan un compromiso sólido y sostenido con la protección y promoción de los derechos de niños y adolescentes.
Así lo ha comunicado el Ayuntamiento de Madrid, que subraya el valor de este reconocimiento internacional.
La capital recibió por primera vez este sello en 2008 y, desde entonces, lo ha renovado de manera ininterrumpida cada cuatro años, consolidando una trayectoria continuada en favor de las políticas públicas dirigidas a la infancia y la adolescencia.
El distintivo ‘Ciudad Amiga de la Infancia’ reconoce el trabajo que desarrollan los gobiernos locales, en colaboración con otros actores sociales e institucionales, para garantizar el cumplimiento de los derechos de los menores. Estas acciones se alinean con la Convención sobre los Derechos del Niño y persiguen mejorar su desarrollo integral y bienestar.
En este sentido, Unicef pone en valor el impacto real de las políticas municipales de Madrid, que contribuyen a crear un entorno más inclusivo, seguro y participativo para la infancia.
La renovación de la acreditación fue comunicada al Consistorio madrileño tras su aprobación en la reunión celebrada el pasado mes de noviembre por la Secretaría Permanente de la Iniciativa Ciudades Amigas de la Infancia. Este órgano está integrado por representantes del Ministerio de Juventud e Infancia, la Federación Española de Municipios y Provincias, el Instituto Universitario de Necesidades y Derechos de la Infancia y Adolescencia (IUNDIA) y Unicef España.
Según un informe de Unicef España publicado en 2025, los municipios que forman parte de esta red impulsan un 10 % más de propuestas formuladas por niños y adolescentes cada año en comparación con aquellos que no participan en la iniciativa. Además, estas ciudades integran con mayor eficacia los derechos de la infancia en políticas clave como la movilidad escolar segura, la salud mental o la inclusión de menores con discapacidad.
En paralelo a esta renovación, el Ayuntamiento de Madrid aprobó en noviembre el V Plan de Infancia y Adolescencia, que marcará la hoja de ruta de la política municipal en esta materia durante los próximos años. El documento, alineado con los compromisos de Unicef, tiene como objetivo garantizar los derechos y el bienestar de los menores en la ciudad.
El plan contempla un total de 100 medidas orientadas a dar respuesta a retos sociales prioritarios, como el fomento de la participación infantil, el cuidado de la salud mental, la prevención del acoso escolar y la atención a situaciones de vulnerabilidad.
Para desarrollar estas iniciativas, el Consistorio destinará una inversión de 1.100 millones de euros entre 2025 y 2028, lo que supone un incremento del 75 % respecto al plan anterior. El documento ha sido elaborado por el Área de Políticas Sociales, Familia e Igualdad y se articula en seis grandes ejes de actuación.
El primer eje promueve la participación de niños y adolescentes y la difusión de sus derechos. Entre las medidas previstas destaca el proyecto Sueña Madrid, que permitirá a los menores aportar ideas para el diseño urbano del futuro. El segundo eje se centra en la protección y el apoyo social a la infancia y las familias, con la puesta en marcha de nuevos protocolos municipales de prevención e intervención frente a la violencia y el acoso.
El tercer eje aborda la educación y la convivencia, fomentando oportunidades de aprendizaje y crecimiento personal, así como el fortalecimiento de los vínculos familiares y los encuentros intergeneracionales en espacios como el centro Ouka Leele.
El cuarto eje está dedicado a la promoción de estilos de vida saludables, con acciones formativas y de sensibilización en materia de salud mental, uso responsable de las nuevas tecnologías, prevención de adicciones y trastornos alimentarios. El quinto eje persigue la construcción de un entorno urbano más seguro y amigable, con actuaciones como la mejora de los accesos a los centros educativos.
Por último, el sexto eje se centra específicamente en la adolescencia e incorpora medidas como el nuevo modelo de los centros de ocio y asesoramiento juvenil, donde se impulsará el ocio saludable, el apoyo psicológico, el coaching y la prevención de la soledad no deseada.