El desfile que viste a España de gala

Donde muchos ven banderas, himnos y emoción, una editora de moda percibe otro espectáculo: el de la elegancia, el protocolo y la precisión del vestir.

Cada 12 de octubre, Madrid se convierte en una pasarela solemne donde la historia y el estilo desfilan al compás del tambor. Se celebra el Día de la Hispanidad, la Fiesta Nacional de España, y con ella, el homenaje a los hombres y mujeres que conforman las Fuerzas Armadas, guardianes de la soberanía y la unidad del país.

Presidido por el Rey, como Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas, y acompañado por el Gobierno de España, el desfile transcurre con la precisión de una coreografía impecable. Cada paso es una declaración de identidad, y cada uniforme, una pieza de alta costura institucional.

El Ejército de Tierra

El Ejército de Tierra viste con la sobriedad del azul oscuro, animado por vivos rojos. La chaqueta entallada, el pantalón con franja lateral, la gorra de plato y los guantes blancos conforman un conjunto de impecable elegancia militar y los oficiales añaden una faja roja.

La Guardia Real y Legión

La Guardia Real cautiva con su uniforme histórico azul, coronado por un casco metálico con penacho blanco o rojo, una imagen que mezcla herencia y teatralidad. La Legión, por su parte, rompe moldes con su estética singular: camisa verde abierta y una boina del mismo tono.

La Armada

La Armada Española viste en blanco o azul marino, según la estación. Su uniforme de gala, de líneas puras y botonadura impecable, evoca la serenidad del mar. Las charreteras doradas y las condecoraciones de los oficiales añaden elegancia.

El Ejército del Aire y del Espacio

Los uniformes azul claro o azul oscuro del Ejército del Aire y del Espacio evocan el cielo que protegen. Lucen una gorra de plato, guantes y condecoraciones. En el cielo, firman su propio guiño estético: estelas de humo rojo y amarillo que tiñen el aire con los colores de la bandera, un auténtico espectáculo visual.

La Guardia Civil

La Guardia Civil desfila con su característico verde oscuro. Dependiendo del acto, pueden optar por el uniforme de gala con gorra y corbata o recuperar el histórico tricornio, símbolo que ha trascendido lo militar para convertirse en un icono cultural.

Más allá de los tejidos o los colores, hay un elemento que une todos estos atuendos: el respeto. Cada uniforme lleva bordado el compromiso con una historia común. En el momento del homenaje a los caídos, los brillos de las medallas parecen reflejar algo más que luz: reflejan orgullo, sacrificio y la elegancia más difícil de imitar, la del deber.