La moda invernal confirma que el pelo sigue siendo el gran protagonista de la temporada, pero ya no necesita cubrirlo todo.
El foco se desplaza hacia los cuellos de pelo, un detalle capaz de transformar un abrigo clásico en una prenda sofisticada y plenamente actual. Lejos de los abrigos completamente confeccionados en pelo, esta tendencia apuesta por la sutileza y el equilibrio.
Diseños sobrios en tonos neutros como el gris o el azul marino, así como propuestas más atrevidas en marrón efecto piel, encuentran en el cuello de pelo su mejor aliado. Este complemento aporta volumen y textura al conjunto, creando un contraste elegante que realza la silueta sin recargar el estilismo. El resultado es un abrigo versátil, válido tanto para el día a día como para ocasiones más formales.
Además de su valor estético, el cuello de pelo destaca por su funcionalidad. Protege del frío en una de las zonas más sensibles del cuerpo y permite prescindir de bufandas voluminosas. En muchos casos, incluso puede retirarse, lo que convierte al abrigo en una prenda adaptable a distintas temperaturas y estilos.
Estos outfits reflejan por qué esta tendencia ha conquistado a las amantes de la moda. El cuello de pelo ofrece la esencia del lujo y la calidez del pelo, pero de una forma más cómoda y práctica. Una solución que confirma que, esta temporada, el verdadero protagonista no es el abrigo de pelo, sino el detalle que lo reinventa.