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Madrid denuncia que la ley universitaria castiga la excelencia e impone burocracia
La Presidenta del Gobierno regional, Isabel Díaz Ayuso, ha arremetido este jueves contra la Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU), a la que ha definido como “una losa” que ha hundido a las universidades públicas en la burocracia y ha perjudicado gravemente su financiación. Durante la sesión de control en el Pleno de la Asamblea de Madrid, Ayuso ha criticado con dureza una norma que, según ha recordado, se aprobó sin consenso y con exclusiones ideológicas.
La mandataria madrileña ha lamentado que desde la entrada en vigor de esta ley, todas las universidades públicas se han visto afectadas negativamente. Ha denunciado que el Gobierno central impuso este nuevo marco normativo sin diálogo, afectando directamente a los recursos disponibles para las instituciones, salvo para aquellas de perfil independentista. “Aquí hablan de igualdad, pero hay que ser independentista y traicionero con España para salir beneficiado”, ha afirmado en un mensaje dirigido a los socios parlamentarios del Ejecutivo de Pedro Sánchez.
Frente a este panorama, Ayuso ha asegurado que desde la Comunidad de Madrid se está trabajando para compensar los efectos negativos de la LOSU. Ha subrayado que el Gobierno regional se siente “muy orgulloso” del trabajo que están realizando tanto las universidades públicas como las privadas en la región, a pesar de las trabas impuestas desde el Ministerio de Universidades.
El portavoz del PP en la Asamblea, Carlos Díaz-Pache, ha reforzado el argumento al sostener que la verdadera igualdad de oportunidades solo se consigue mediante una educación de calidad, basada en el esfuerzo y no en privilegios. “Si te empiezan a regalar un doctorado o una cátedra, puedes creer que la vida no exige esfuerzo. Entonces acabas yendo en Falcon, pagando con dinero en efectivo de origen desconocido y colocando a tus familiares ilegalmente”, ha criticado, en clara alusión a los escándalos que rodean al entorno del Gobierno central.
Ambos dirigentes han coincidido en denunciar que la LOSU no solo deteriora la autonomía universitaria, sino que fomenta una visión clientelar de la educación superior, en la que prima la fidelidad ideológica por encima del mérito académico y la excelencia.
