Las mejores pizzas según la OCU
Un estudio reciente realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) sobre 118 pizzas refrigeradas y congeladas disponibles en supermercados reveló que 3 de cada 4 de estos productos no cumplen con los estándares de la Escala Saludable de la OCU. Esta evaluación se centra en aspectos como la composición nutricional, el contenido de grasas saturadas, azúcares, sal, grado de procesamiento y aditivos.
Las pizzas de barbacoa, queso y jamón y queso destacan negativamente. Estos productos presentan un exceso de sal, alcanzando en promedio el 50% del consumo diario recomendado por ración de 200 gramos. Además, son alimentos altamente calóricos (476 kcal por ración) y con un contenido elevado de grasas saturadas (42% de media, sobrepasando el límite recomendado del 35%). El grado de procesamiento es alto, con algunas pizzas conteniendo hasta 17 aditivos, muchos de ellos innecesarios como colorantes y gelificantes.
Las pizzas vegetales representan una excepción en este panorama. De las 25 analizadas, 17 obtuvieron al menos una calificación aceptable debido a su menor contenido de sal. Dos de ellas destacan como opciones recomendables: Veggie Lovers de Garden Gourmet (Precio: 6,89 €/380g) con las ventajas de no contener aditivos, bajo contenido en grasas saturadas y alto en vegetales, aunque su desventaja es el precio elevado. Vegetale de Forno di Pietra de Buitoni (Precio: 3,65 €/380g) es otra opción ventajosa por no contener aditivos y tener un bajo grado de procesado, aunque se observa una escasa cantidad de vegetales.
La OCU recomienda consumir pizzas de supermercado de forma ocasional y sugiere optar por prepararlas en casa utilizando bases refrigeradas y añadiendo ingredientes frescos de la dieta mediterránea. Además, la organización critica las dificultades que enfrentan los consumidores para leer la información nutricional y de ingredientes en las etiquetas, las cuales suelen ser de letra pequeña y en formatos de difícil lectura. La OCU insta a las autoridades de la Unión Europea a mejorar la normativa sobre etiquetado para garantizar una información clara y legible.
