¿Qué ver y hacer en Pezuela de las Torres?
Pezuela de las Torres es un hermoso municipio de la Comunidad de Madrid, limítrofe con la provincia de Guadalajara, situado en la comarca natural de la Alcarria de Alcalá.
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En Pezuela destacan como edificaciones especiales la iglesia parroquial, las ermitas de Santa Ana, San Benito y de la Soledad. Destacan también las abundantes fuentes, así como la picota y el antiguo mesón. Hasta 1554 perteneció al concejo de Alcalá de Henares, como parte de su alfoz, bajo el Fuero Viejo proclamado por el Cardenal Cisneros en febrero de 1509.
1- La Iglesia
Enclavado en el centro del pueblo, se encuentra el edificio de la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción. Se empezó a construir en la Edad Media, bajo trazas románicas. En el exterior, presenta una estructura basilical de tres naves; Inicialmente constaba de sólo dos naves, la tercera fue añadida en el siglo XVI.
2- La Picota
Como se desprende de las Relaciones Topográficas ordenadas por Felipe II, en las respuestas dadas en 1578 se sabe que la villa de Pezuela fue la primera en la jurisdicción de Alcalá de Henares que a instancias del ilustre don Juan Martín Silíceo, arzobispo de Toledo y señor de dicha ciudad de Su Majestad el emperador don Carlos, se exoneraba de la jurisdicción de la ciudad de Alcalá y les dio el privilegio firmado por doña Juana, gobernadora de estos reinos en ausencia del emperador, el título de ciudad. Para conmemorar y para que todos los viajeros sepan, se ordenó levantar la picota. Esta es grandiosa, con más de 7 metros de altura, y una de las más bellas y majestuosas de la zona.
3- La Ermita de San Benito
La villa fue destruida por la peste en 1393. A pesar de que se desconoce la fecha exacta de construcción, es muy probable que la ciudad existiera antes de esa fecha. Un dato relevante es que la ermita era propiedad del Ayuntamiento de Pezuela, no de la iglesia. Así aparece en varios documentos, como el famoso Catastro de Ensenada, ordenado por Fernando VI en 1752. En él se afirma que el templo era propiedad del municipio y no de otra institución. Para su mantenimiento se acordó que las aportaciones de ciertos países, junto con las limosnas y las cuentas, debían ir a la cofradía encargada de la ermita. Actualmente tiene muros exteriores revestidos de cal que forman una planta rectangular. En su interior encontramos bancos e imágenes de la Virgen de Fátima, San Benito, Santa Rita y el Corazón de Jesús.
