Carolina Marín recibe el Premio Princesa de Asturias por su ejemplo de superación

La deportista onubense Carolina Marín ha sido distinguida con el Premio Princesa de Asturias de los Deportes 2024 en una ceremonia celebrada en el Teatro Campoamor de Oviedo.

Este reconocimiento subraya su destacado papel en el bádminton, deporte en el que ha alcanzado la cima mundial y se ha convertido en un símbolo de perseverancia y superación.

El acto contó con la presencia de la princesa de Asturias, Leonor de Borbón, quien destacó la frase motivacional de Marín, "puedo porque pienso que puedo", como una inspiración para todos, especialmente para la juventud. En sus palabras, elogió tanto su actitud ante las dificultades como su templanza ante el éxito, resaltando que "el valor de una deportista no se mide solo por sus medallas, sino por su disposición ante los desafíos". Doña Leonor, próxima a cumplir 18 años, expresó que el mensaje de la jugadora es “muy valioso para quienes estamos a punto de abandonar la adolescencia”, una lección para sobrellevar los obstáculos.

Un reconocimiento a una trayectoria brillante

Marín, que se mostró emocionada junto a su madre, Toñi Martín, al recibir el diploma, cuenta en su palmarés con tres campeonatos mundiales, siete títulos europeos y un oro Olímpico, entre otros. Este premio destaca su rol como referente mundial en un deporte aún minoritario en España y subraya su influencia dentro y fuera de la pista como transmisora de valores. La Fundación Princesa de Asturias ha destacado a Marín como "la mejor jugadora de la historia del bádminton en España y una de las mejores del mundo", resaltando su impacto en el panorama internacional.

La ceremonia también incluyó el discurso de Ana Isabel Fernández Álvarez, presidenta de la Fundación, quien reiteró el compromiso de la entidad con la juventud. Subrayó la importancia de los premiados en la transmisión de valores humanistas y de superación, instándolos a ser “un estímulo que contribuya a generar pensamiento y progreso”.

Felipe VI: la dignidad humana, eje del progreso social

El evento concluyó con la intervención del Rey Felipe VI, quien reconoció la aportación de Marín y el resto de premiados al progreso social. Destacó que "la grandeza se mide por el impacto positivo en la sociedad", agradeciendo el compromiso de los galardonados y su influencia en la memoria colectiva. Para el monarca, la figura humana es central en cualquier campo de acción, ya sea cultural, social o deportivo.

Felipe VI también alertó sobre los riesgos de deshumanización en un mundo cada vez más globalizado y tecnificado. Recordó que la historia nos advierte de los efectos de la polarización y del rechazo al diferente, aludiendo a la importancia del respeto mutuo y la dignidad humana en todos los aspectos de la sociedad. El monarca instó a las instituciones y a la ciudadanía a combatir cualquier forma de discriminación, llamando a construir sociedades basadas en el diálogo y el respeto.

En su discurso, el rey destacó también el valor del multilateralismo y la cooperación internacional como herramientas fundamentales para enfrentar los desafíos globales, defendiendo una arquitectura internacional que permita la convivencia pacífica y la defensa de derechos fundamentales. La ceremonia de los Premios Princesa de Asturias de este año, más allá de los logros de sus galardonados, fue un recordatorio de la relevancia de la dignidad y la humanidad en la sociedad contemporánea.