El proyecto económico socialista para Madrid

El proyecto económico socialista para Madrid

Empecemos reconociendo lo evidente: la pandemia ha golpeado muy duro la economía madrileña. Sus efectos se han asemejado a los de un terremoto, que es devastador por sí mismo, pero que puede serlo todavía más dependiendo de La Resistencia y la calidad que tuviesen los edificios que lo sufren. Y desgraciadamente esta crisis ha demostrado que muchas de las bases de la economía madrileña y de nuestros servicios públicos eran más endebles de lo que nos decían.

Bastan unas cifras para ilustrarlo: nuestra economía, pese a lo que escuchamos a los dirigentes del PP, no ha sido la que mejor ha resistido el embate del coronavirus. Cayó un 10,5% en 2020, en línea con la media nacional. El empleo ha tenido un comportamiento todavía peor: ha subido un 21%, 10 puntos más que la media nacional. Son las consecuencias de haber tenido un Gobierno regional que no se ha preocupado por revertir las tendencias que ya advertimos en los últimos años: un escaso peso de la industria, la desidia para abordar los retos de la digitalización y la transición ecológica y un desprecio por el diálogo social.

Tampoco le ha ido mucho mejor a la hostelería: el empleo en el sector también ha caído diez puntos por encima de la media nacional. Lo que sí distingue a Madrid de otras regiones es que somos la única comunidad autónoma que no ha dado al sector ni un solo euro de ayudas directas. Otras comunidades gobernadas por el PSOE como la Comunidad Valenciana, con un impacto menor en el sector, han dado hasta 340 millones a las empresas más afectadas por la pandemia. En definitiva, el PP ni ha velado por la salud ni ha cuidado de la economía.

El Gobierno de España ha puesto todo de su parte para paliar el impacto de este golpe. Madrid ha sido una de las regiones que más dinero recibirá para invertirlo en ayudas directas a las empresas (las mismas que la señora Ayuso se ha negado a aprobar): 680 millones. Y también fue la comunidad que recibió una mayor cantidad del Fondo Covid aprobado por el Consejo de Ministros: 3.300 millones.

Pero no podemos limitarnos a certificar la magnitud de la desgracia. Muy al contrario, dado que aspiramos a recibir la confianza mayoritaria de la ciudadanía madrileña nuestra obligación es presentar un equipo y un plan para pasar del desastre y la inacción a la recuperación primero y a la prosperidad después. Este equipo económico estará liderado por la ministra Reyes Maroto en calidad de vicepresidenta económica. Y en cuanto al proyecto, los socialistas pensamos que nuestro reto no es solo volvernos a levantar, sino sobre todo tener una economía más saneada, sólida, justa y preparada para los retos que se avecinan.

Y lo queremos hacer con dos bases muy claras. La primera es el enorme potencial de la Comunidad de Madrid, nexo de Europa con África y América Latina y región estratégica con 17 universidades y potentes redes de infraestructuras aeroportuarias y logísticas. Y la segunda es el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de más de 100.000 millones que puede tener en Madrid un enorme impacto.

Primero tenemos que arreglar lo urgente. En primer lugar, la vacunación. Vacunar rápido, en todas partes y a todas horas y todos los días es la mejor política económica y por eso vamos a abrir los centros de salud incluso el fin de semana para lograr la inmunidad de grupo lo antes posible. Para comenzar a atender los problemas de uno de los sectores más necesitados, Ángel Gabilondo ya ha anunciado la movilización de 80 millones de euros del Fondo de Contingencia en concepto de ayudas directas a la hostelería. Unas ayudas que Irán seguidas de un plan más ambicioso por valor de 1.300 millones para ayudar al comercio, la hostelería, los autónomos y las familias. Un plan que estará incluido en un presupuesto que el Gobierno regional aprobará en 100 días desde el inicio de su mandato, porque no podemos gestionar los retos de 2021 con unas cuentas de 2018 que obviamente no contemplan la canalización de los fondos europeos.

Después de atender lo urgente tenemos que ocuparnos de lo importante. De cómo lograr que Madrid lidere las grandes transformaciones que va a vivir la economía española y europea. Tenemos que asegurarnos de que los recursos provenientes de los fondos europeos no se dilapidan en infraestructuras sin uso práctico y bajo la sospecha de la corrupción como el fallido Campus de la Justicia (esta es la propuesta estrella que ha presentado la señora Ayuso para emplear estos fondos), sino que se empleen en actividades e iniciativas de alto valor añadido y con capacidad de generar crecimiento y empleo.

Nosotros hemos presentado, entre las 350 medidas que conforman nuestro programa de gobierno, una serie de iniciativas para generar 125.000 puestos de trabajo en los próximos tres años vehiculando los fondos europeos. Una de las propuestas de las que nos sentimos más orgullosos es la creación de un hub de ciencia y salud que una los esfuerzos de nuestras universidades, nuestros organismos de investigación y nuestras empresas y que sitúe a Madrid como referencia internacional en estos campos.
También queremos afrontar la transición ecológica de nuestra economía con un Plan de Recuperación Verde y una Estrategia Autonómica de Cambio Climático y Transición Ecológica, alineados con el Pacto Verde Europeo y la Ley de Cambio Climático y Transición Energética que, entre otras medidas, posicione a Madrid como región europea del hidrógeno e impulse la movilidad eléctrica que garantice y aumente el empleo en estos sectores, como también lo hará la rehabilitación con criterios energéticos de 521.000 viviendas en el sector de la construcción.

El empleo del futuro será además digital y nuestro mayor capital es el capital humano. Por eso tenemos que dejar atrás el abandono de la Formación Profesional creando 10.000 nuevas plazas, atraer talento a nuestras universidades bajando las tasas hasta los niveles de 2011 y apostar por la I+D+i invirtiendo el 2% del presupuesto regional y sumando a 1.000 nuevos investigadores.

Una de las claves del crecimiento económico es la cohesión social: tener a más personas con capacidad de llevar a cabo su proyecto de vida rescatándolas de la pobreza. Por eso hemos propuesto un complemento autonómico de 150 euros para el Ingreso Mínimo Vital y de 400 euros para las pensiones no contributivas. Sabemos que las sociedades más prósperas son también las más justas y que la exclusión social que promueve la derecha beneficia a unos pocos y es ruinosa para la mayoría.

Habrán escuchado varias veces a Ángel Gabilondo decir que proponemos un Gobierno excepcional para dos años encargado de la vacunación, la recuperación económica y no dejar a nadie atrás, que además no altera la fiscalidad. Que sea excepcional y para un período aparentemente corto no significa que sea menos importante. Todo lo contrario. Estos dos años pueden marcar el futuro de generaciones enteras. Todo depende de si nos resignamos al “Gobierno de Colón” basado en la inacción económica y el extremismo político de derechas o un Gobierno progresista que se tome en serio la economía de Madrid y siente las bases para su prosperidad en el futuro inmediato. Ese futuro está, este 4 de mayo, a un voto de distancia.

Juan Lobato
Técnico de Hacienda del Estado. Alcalde de Soto del Real entre 2015 y 2021. Número 4 de la lista del PSOE para el 4M

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