'Her', lo último de Spike Jonze
- Hola, tu voz es muy cálida y sensual.
- Gracias, te acompañará en tus momentos más íntimos.
- Y en los malos...
- También, hasta que tú los desees.
- ¡Siempre!
- Ok, siempre... amor
Her es ella, una conexión más, o menos.
Globalización de sentimientos uniendo a Romeos y Julietas ficticios, desnudando su futuro con almas de metal. Cercano, el protagonista podría ser cada uno de vosotros, como Cyrannos entonando letras disfrazadas para conquistar a las Roxannes de la literatura electrónica. Balcones a los que es imposible asomarse, sin descubrirse en tu propia vergüenza.
Estos enamoramientos son como visiones del futuro presente. Terminators en busca de corazones. Pretensiones de éxtasis y verdad ebria por una sexualidad extra-corpórea.
Son las EVA´s más avanzadas, pero sin conexión sináptica con Wall-e´s. Relaciones semánticas destino a la esclavitud con la irrealidad. Somos barrenderos de amores a través de la oratoria, separados por kilómetros de cables, de ella. Cuando las mentes programadas aprehenden a decepcionar, hay que despertar a la dura realidad. Al fin, solos.
La película Her escrita y dirigida por uno de los directores más imaginativos del panorama actual, Spike Jonze, es una historia de mensajes perdidos en el espacio y el tiempo... y sobre todo de palabras dirigidas al público, y a ella. Escritas o habladas en la oscuridad.
Her también es la pérdida de la identidad, abandono y soledad. Y de la música que nos acompaña en ese estado onírico de demencia amorosa. De cartas con melodías sin destinatario conocido, al menos en este mundo táctil. Sabremos si en el futuro, el aprendizaje de la máquina, acercará a la replicante de voces cálidas con el Deckard de turno. Perdido, engañado... taciturno. Estas parejas virtuales en crisis de identidad, consigo mismo y con el otro, son aventuras con sobrepeso de equipaje para viajes de ciencia ficción de calidad.
E-mails o mensajes de voz futuristas, camuflan el sonido robótico por la dulce sensualidad. Los amantes dispuestos a construir una utopía malsana mediante sentimientos de alquiler. Por ello abrid bien los oídos, es un aviso de peligro.
El mensaje cercano al scifi (más real de lo que deseáramos) se mueve por literatura pasada por el tamiz del cine. El viejo y enorme ordenador llamado HAL-9000 ha cambiado y dulcificado sus líneas. Ya no es necesaria aquella regresión, únicamente basta el susurro para derrotar al humano. Como aquellas muñecas de plexiglás a Tamaño Natural depositadas en la puerta de tu conciencia enfermiza, desde un cóctel Peppermint Frapé o el saque de una Air Doll. Soy un Ciborg aprendiendo de vosotros... mírame en el Black Mirror: Ahora mismo vuelvo. Quizás.
Y ella, la Julieta cibernética encarnada en un rumor nocturno, que enamora sin necesidad de enseñar sus idealizadas carnes. Eriza los cables a pelo y la facultad del aprendizaje escalado, del reconocimiento de sentimientos humanos. ¿Por qué lloráis?
¡Joaquin Phoenix es muy grande! Con ella, rebajado como "Cyranno" escritor de cartas de amor. Desde ya un inmortal Theodore con el rostro sereno y siempre convincente. Habrá una bonita y dura lucha por el Oscar este año.
Scarlett Johansson bordando el papel de cerebro provocador y voz sensual, una Gatita Sexy que no necesita mostrarse para conquistarnos. Su mejor papel en la sombra social, por su interpretación de los matices y los registros vocales.
Ambos se intercambian palabras, mensajes. Frialdad, voz, oscuridad... insomnio. Pareja, amor, sexo cibernético, celos. Expresiones sobre la experiencia, enseñanzas para cerebros más o menos artificiales. Un camino de posibilidades y, probabilidades de complementarnos. La búsqueda de la felicidad.
¿Todo este panorama se nos dibuja en el futuro? El divorcio es ya un hecho entre técnica y humano. "Fuck you. Send"... A menos que empieces a cambiar. ¡Setup and walking! Spike nos conecta a los espectadores de todo el mundo. Diferentes culturas con la misma tecnología intuitiva y percepción engañosa. Evolución involucionando hacia la robótica. Sustitutos.
El futuro también traerá un premio entre cuatro películas que dedican sus guiones a seres solitarios: lobos, vaqueros, gente de Nebraska y... voces en la noche.
El dolor es una experiencia demasiado amarga para ser olvidada. Así, se crea este absurdo ahora como un bofetón del amante inexistente. Es curioso que la máxima amenaza nos llegue, de una expresión numeral. Del 8316 que reducido demuestra una carga demasiado hiriente, aunque sea aparentemente un 641 sin consecuencias.
Soy un sistema operativo, personal aunque no intransferible.
- Soy tuya y no lo soy.
- BZZZZZZZ...
- Silencio.
* Muy Buena
