La Fundación Madrina ha entregado ventiladores a un centenar de familias vulnerables madrileñas en el marco de su campaña contra la pobreza energética, con el fin de proteger la salud de madres y niños frente a las altas temperaturas.
La acción se desarrolló durante la habitual entrega de alimentos que la entidad realiza en Madrid desde hace cinco años y que beneficia cada mes a más de 500 familias. Con esta medida, la Fundación refuerza su labor de apoyo a colectivos en situación de fragilidad social, especialmente en épocas de temperaturas extremas.
El presidente y fundador de la entidad, Conrado Giménez Agrela, explicó que "el calor extremo compromete la salud infantil al generar que los niños menores de tres años pierdan entre dos y tres kilos en menos de 15 días". Recordó además que la deshidratación y la falta de apetito, unidas a dolencias gastrointestinales, son frecuentes en bebés durante el verano.
Según subrayó Giménez Agrela, también la salud materna se ve afectada, ya que "las altas temperaturas provocan partos prematuros y aumentan las contracciones e hipotimias". Por este motivo, la organización ha diseñado un "kit de supervivencia al calor", que incluye ventiladores, enseres y ropa fresca para reducir los riesgos derivados de las olas de calor.
Los ventiladores entregados en la Plaza de San Amaro forman parte de un programa más amplio que contempla su distribución en la Cañada Real y en localidades de la Comunidad Valenciana afectadas por la DANA del pasado octubre. En total, la ONG se ha marcado el objetivo de distribuir 1.400 dispositivos.
De acuerdo con los datos facilitados por la entidad, ya se ha logrado entregar más de la mitad de los equipos previstos, todos ellos adquiridos con recursos propios de la Fundación. Con estas actuaciones, se pretende mitigar los efectos de la pobreza energética y ofrecer un alivio concreto a las familias más expuestas a los riesgos del calor extremo.