Ayuso acusa a Sánchez de actuar como Maduro y de estar “fuera de sí”
la Presidenta del Gobierno regional, Isabel Díaz Ayuso, ha denunciado este miércoles lo que califica como una “persecución psicopática” por parte del Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al que ha retratado como un dirigente “acorralado” y con un estilo “cada vez más parecido” al del presidente venezolano, Nicolás Maduro. Las declaraciones se han producido tras la celebración extraordinaria del Consejo de Gobierno en el embalse de El Atazar, en el norte de la región.
Ayuso ha salido al paso de las palabras de Sánchez en el Congreso, donde el jefe del Ejecutivo acusó al Partido Popular de “tapar la corrupción” que afecta presuntamente a la dirigente regional. Sánchez defendió, además, la honestidad de su secretario de Organización, Santos Cerdán, ante las insinuaciones de Alberto Núñez Feijóo sobre supuestas gestiones irregulares en Navarra.
Lejos de amilanarse, Díaz Ayuso ha redoblado sus críticas al presidente del Gobierno, al que acusa de utilizar el aparato del Estado para atacar a sus adversarios políticos y desviar la atención de los casos que afectan a su entorno más próximo. “Veo a Sánchez muy nervioso por el momento procesal de su mujer, que es la que está siendo investigada por corrupción”, ha afirmado, en referencia a la causa abierta por supuesta influencia en ayudas públicas.
La presidenta madrileña ha subrayado que Sánchez “tiene investigados a su mujer, a su número 2 en el partido, al número 3 del PSOE y al Fiscal General del Estado, entre otros muchos”. Según Ayuso, estas circunstancias explican el tono y las acusaciones lanzadas desde Moncloa: “Lo veo fuera de sí. Igual de nervioso, falton y acorralado que Nicolás Maduro cuando insulta”, ha concluido.
El choque entre ambos líderes se produce en un momento de máxima tensión política, marcado por acusaciones cruzadas de corrupción entre el Ejecutivo central y el principal partido de la oposición. La defensa de Ayuso llega también en un contexto en el que el Gobierno regional mantiene una estrategia firme frente a las políticas de Moncloa, tanto en materia fiscal como institucional.
