La Comunidad de Madrid reducirá al 4% el suelo de la región disponible para la instalación de plantas fotovoltaicas con el objetivo de proteger los cultivos tradicionales de vid y olivo y preservar el llamado “mosaico agrícola-ganadero forestal”. Así lo ha anunciado el consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior, Carlos Novillo, durante un desayuno informativo en la sede de la Consejería, donde ha detallado los criterios técnicos que sustentan esta decisión.
La medida, ya adelantada por la presidenta Isabel Díaz Ayuso en el Debate sobre el Estado de la Región, busca un equilibrio entre el desarrollo de las energías renovables y la protección del entorno rural. El Ejecutivo autonómico ha elaborado un estudio para identificar las zonas donde pueden instalarse parques solares sin afectar al terreno agrícola ni a la producción vinícola y olivarera, pilares económicos y culturales del medio rural madrileño.
“Los cultivos de vid y olivo no solo sostienen la economía y el paisaje de la región, sino que actúan como barrera natural frente a los incendios forestales”, ha subrayado Novillo. Pese a que esta restricción impedirá proyectos fotovoltaicos en el 96% del territorio, el consejero ha defendido que Madrid mantiene una posición destacada en materia de autoabastecimiento energético.
El Ejecutivo regional ha determinado las áreas aptas para la implantación de energías renovables atendiendo a criterios de interés comunitario, la calidad y productividad de los suelos agrícolas, la existencia de cultivos emblemáticos, la protección del patrimonio arqueológico y las concesiones mineras. Con este enfoque, la Comunidad busca compatibilizar el impulso a la sostenibilidad energética con la preservación del paisaje agrario y la identidad rural de la región.
En su intervención, Novillo también ha criticado la planificación eléctrica 2025-2030 del Gobierno central, que —según ha advertido— podría poner en riesgo la construcción de hasta 60.000 viviendas en el sureste madrileño. El consejero ya trasladó su preocupación al secretario de Estado de Energía, Joan Groizard, y ha anunciado que la Comunidad presentará alegaciones formales al documento.
Además, ha mostrado su preocupación por las limitaciones de suministro que impedirán el desarrollo de una veintena de Centros de Procesamiento de Datos (CPD) ya previstos en la región. Estos proyectos, ha recordado, son estratégicos para España por su ubicación en las rutas troncales de datos entre Europa y América. “Vamos a perder una oportunidad de futuro”, ha lamentado.
El consejero ha aprovechado su intervención para reiterar su oposición al cierre de la central nuclear de Almaraz, defendiendo la energía nuclear como una fuente “segura, eficiente y necesaria” dentro del mix energético. Ha señalado que muchos países europeos que disponen de este tipo de instalaciones las están protegiendo, mientras otros —como Polonia— buscan incorporarlas a su red. “No podemos permitirnos prescindir de una energía que garantiza estabilidad y competitividad”, ha concluido.