Conocer Madrid: Iglesia Parroquial de Santa Marina Virgen y Mártir de Alameda del Valle
En el suroeste del casco urbano, ya dentro de sus límites, se levanta la iglesia parroquial de la Alameda del Valle, dedicada a Santa Marina, donde se conservan, entre otras cosas, las tallas de Santa Marina y Santa Ana, esta última del siglo XIII.
Un enclave único desde el que contemplar hermosas vistas a la montaña, y por el que discurre el Camino Natural, un precioso paseo muy frecuentado por visitantes y vecinos. La construcción de la iglesia se inició en el siglo XVI bajo la dirección del maestro de obras Juan de la Piedra, conservando documentos por los que daba cuenta al abogado del monasterio de El Paular e informaba de los gastos asociados a las obras.
Ya en el siglo XVIII se llevaron a cabo varias reformas, gran parte de las cuales sirvieron para ampliar lo que hoy es el vestíbulo y la sacristía. Asimismo, se han realizado reformas en los últimos años, como la restauración de la nueva cubierta, del muro perimetral del conjunto, la colocación de un coro a los pies de la nave principal o los muros interiores que hoy muestran la piedra original.
En el exterior del edificio, construido en mampostería y con grandes sillares en las esquinas de la estructura, destaca la imponente torre campanario que sobresale de la altura general del templo, se trata de una planta cuadrada, de dos cuerpos y cuatro ventanas de piedra de sillería.
Destaca también el coro, presidido por un ábside semicircular reforzado por enormes contrafuertes. Junto al pórtico de entrada encontramos una ventana de piedra dura de 1738. El interior, de planta rectangular, llama la atención por su amplitud y elegancia.
La capilla mayor, que ocupa casi toda la cabecera, está cerrada por bóveda de medio punto y separada de la nave por un ARCO triunfal de medio punto sostenido por pilastras. Adyacente se encuentra la Capilla del Sagrario, antigua Sacristía, cubierta con bóveda de cañón con lunetos y molduras y de planta rectangular.Y por último, el vestíbulo, separado de la nave por dos arcos de medio punto sostenidos por una columna de orden toscano.
La iglesia cuenta con dos entradas:
La principal, situada en un lateral y alineada con la escalera, por un bello pórtico de madera, correspondiente a las reformas del siglo XVIII, sostenido por dos pilares de estilo plateresco de planta cuadrada, dando como resultado una prolongación de la cubierta.
Y una segunda entrada, en realidad la más antigua, situada en la cabecera a través de una puerta de sillares de piedra formando un arco de medio punto con elementos de bóveda. El edificio está rodeado por un muro de mampostería decorado con bolas de estilo herreriano colocadas sobre pilastras en relieve en forma de rombo, como las que coronan la escalinata de entrada al conjunto histórico, que forma un patio irregular alrededor de la iglesia.
