El año pasado se batieron varios récords de facturación en el sector del juego online y por eso algunas voces advirtieron que la tendencia podría revertirse este año.
Sin embargo, las cifras del segundo trimestre llegaron para demostrar lo contrario. El sector sigue fuerte como un toro, con una la facturación bruta (GGR) que alcanzó los 410,26 millones de euros, un 18,6% más que en 2024.
Cada promoción, cada bonificación sin depósito y cada juego presentado a los nuevos usuarios colabora con la creación de un segmento de la economía que podría llegar a los 39 mil millones de dólares en 2033, de acuerdo a los cálculos de la consultora Astute Analytica. A continuación, los bemoles del fenómeno.
Los números respaldan la idea de que el online sigue siendo un eje central del mercado español. La DGOJ mostró que hubo un crecimiento trimestral del 2,79%, empujado por el casino online y las apuestas deportivas.
Del total facturado, los juegos de casino concentraron el 52,74%, mientras que las apuestas fueron responsables por el 41,78%. El restante queda en manos del bingo y el póker, que se expresan como categorías aparte.
En lo que se refiere a los casinos en línea, las máquinas de azar (tragaperras) fueron las grandes protagonistas, con un crecimiento anual del 33,58%, mientras que el blackjack y la ruleta en vivo también registraron incrementos del 9,49% y 5,61% respectivamente.
En el ámbito de las apuestas deportivas, la modalidad convencional creció un 24,55%, mientras que las apuestas en directo cayeron un 33,24% respecto al trimestre anterior. La variación global, sin embargo, sigue siendo positiva: el segmento mantiene una tasa anual de crecimiento del 18,21%.
Lo anterior se refiere exclusivamente a lo que pasa dentro de la web, pero es válido preguntarse qué pasa fuera.
Los locales físicos siguen desempeñando un papel esencial en la estructura del juego en España. Según Astute Analytica, el canal offline aún representa más del 59% del mercado, sustentado por una red de más de 5.500 locales y 7.000 licencias activas.
Lejos de desaparecer, los locales se han multiplicado. En Madrid, la capital del juego físico, el número de establecimientos se ha duplicado en la última década, pasando de 184 en 2014 a más de 400 en 2023.
Esto impacta la economía y produce más de 15 mil empleos directos en todo el territorio de España. Además, demuestra que el juego está enraizado en la sociedad y que millones de jugadores prefieren el cara a cara antes que el online.
El futuro del sector, de acuerdo a la consultora, parece inclinarse hacia un mix entre el juego físico y el digital. Esta predicción viene respaldada por el dato de que tres de cada cuatro jugadores (76,6%) ya tienen un pie en cada uno de los entornos.
Este jugador “híbrido”, que no se decanta ni por el offline ni por el online, gasta un 30% más que el usuario tradicional, con un desembolso promedio mensual de 180 euros. De ahí que la consultora presente números tan optimistas de cara al 2033.
Los operadores, entonces, deberán esforzarse por combinar programas de fidelización con torneos presenciales, maximizando lo mejor de ambos mundos. El resultado es una retención del 40% más alta y una experiencia más inmersiva, con eventos híbridos que reúnen a cientos de jugadores en vivo y a miles de espectadores online.
El segundo trimestre dio señales mixtas en cuanto a comportamiento del jugador, ya que a pesar de la facturación récord, las cuentas activas se situaron en 1,7 millones mensuales, un 2,41% menos que en el trimestre anterior.
Aunque la caída es moderada y estacionalmente esperable, los casinos no quieren perder ni un palmo del territorio ganado. Por eso, el gasto en marketing alcanzó 164,5 millones de euros, con un crecimiento anual del 37,08%, impulsado por la vuelta del patrocinio deportivo, que subió un 311,92% interanual.
Las promociones, por su parte, se redujeron un 6,63% trimestral, aunque siguen siendo el rubro más fuerte (82,64 millones de euros).
El rubro de los juegos de azar no es como otros, sino que juega “con sus propias reglas”. Aunque su expansión es una buena noticia para la economía, siempre es necesario que la competencia se produzca dentro de un entorno controlado.
Por eso, la promoción del juego responsable se convierte en una prioridad para las autoridades y los operadores. Vale recordar que la DGOJ mantiene un control riguroso sobre la publicidad, las promociones y los límites de depósito, además de aplicar un sistema de autoprohibición voluntaria que ya abarca a más de 350.000 usuarios.
La introducción de medidas como la verificación biométrica de identidad, el control de transacciones superiores a 25.000 euros y las auditorías periódicas refuerzan la transparencia del sector.
En definitiva, estas políticas buscan no solo proteger a los jugadores, sino también garantizar la sostenibilidad a largo plazo de una industria que combina tecnología, entretenimiento y regulación en equilibrio delicado.
¿Tienes 18 años o más?