La Policía encontró nueve casquillos de bala junto al cuerpo del abogado ucraniano

La Policía Nacional ha encontrado nueve casquillos de bala junto al cadáver del abogado ucraniano prorruso Andriy Portnov, quien fue tiroteado en las inmediaciones del Colegio Americano de Pozuelo de Alarcón, en Madrid.
A más de un día de los hechos, las fuerzas de seguridad continúan con la búsqueda del presunto autor de los disparos y de las personas que le facilitaron la huida.
Fuentes policiales han confirmado que la Policía Científica está examinando los casquillos encontrados para elaborar un informe balístico detallado. Asimismo, se aguarda el resultado preliminar de la autopsia, que esclarecerá el número exacto de impactos que provocaron la muerte de Portnov.
Los investigadores barajan la hipótesis de que al menos tres individuos estuvieron implicados en el ataque: uno como ejecutor de los disparos y otros dos que habrían colaborado en la fuga a través de una zona boscosa cercana. Cabe destacar que junto al Colegio Americano de Pozuelo se encuentra la Casa de Campo, un área con vegetación densa que podría haber facilitado la huida.
Avances en la investigación y análisis de pruebas
La Policía Nacional focaliza sus esfuerzos en el exhaustivo análisis de las evidencias recogidas en el lugar del suceso, incluyendo la revisión de las grabaciones de las cámaras de seguridad y la recopilación de testimonios de testigos presenciales. Estas acciones pretenden reconstruir con precisión los hechos y localizar a los responsables.
Por el momento, se desconoce el móvil que originó el asesinato, y las autoridades no descartan que pueda tratarse de un ajuste de cuentas vinculado al crimen organizado, posiblemente relacionado con los negocios de Portnov, más que con su postura política o su apoyo a Rusia. La investigación continúa abierta a todas las líneas de indagación.
Detalles sobre la víctima y contexto previo al ataque
Andriy Portnov, de 52 años, fue alcanzado por varios disparos en la cabeza y la espalda alrededor de las 9:15 horas, justo cuando se disponía a subir a su vehículo, un Mercedes de alta gama. Minutos antes, había dejado a sus hijas en el centro escolar de Pozuelo.
Según informaciones procedentes de medios ucranianos, Portnov realizó hace un año una transferencia de una propiedad a sus hijos mediante una notaría en Madrid, lo que confirmaría su estancia en España tras abandonar Ucrania en medio de acusaciones de traición y corrupción.