Dos errores
Hay errores que si se repiten acaban convirtiéndose en tendencia. Tengo para mí que, en el ámbito del Partido Popular, ha sido un error el intento de resurrección política que ha llevado al ex presidente de la Generalidad valenciana Francisco Camps a postularse como líder del Partido Popular en aquella comunidad.
Un anuncio tras el que no ha trascendido objeción alguna de parte de Alberto Núñez Feijóo. El error precedente fue, y lo sigue siendo, mantener a Carlos Mazón al frente de la mencionada institución pese a su penosa actuación durante la riada que asoló Valencia.
No está en la mano de Núñez Feijóo destituir a Mazón, elegido democráticamente por el Parlamento de la Comunidad Valenciana, pero ha tenido y todavía tiene a su alcance la posibilidad de manifestar públicamente su desacuerdo con la forma en la que actuó durante las horas cruciales de la riada que asoló media región. Volviendo a Camps, es de justicia anotar que la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional le absolvió de los delitos de tráfico de influencias y prevaricación de los que estuvo acusado en el juicio del caso Gürtel. Con anterioridad, en otros juicios -el caso de los trajes, el de la visita del Papa o el de la Fórmula 1- también fue absuelto, circunstancia a subrayar porque restituyen su honorabilidad.
Pero la política tiene sus propios códigos que aunque no estén escritos marcan el territorio. Y, entretenidos como están con la abrasiva herencia política de la dana, qué mejor regalo para el PSOE y para Compromís que la continuidad de Mazón y la hipotética vuelta a primera línea de quien fuera presidente de la Generalidad. Puede que Pedro Sánchez esté preocupado por el universo judicial que gravita sobre su entorno familiar y porque haya trascendido el contenido de algunos mensajes que intercambiaba con José Luis Ábalos en los que se mencionaba el sospechoso rescate de Air Europa pero seguramente le alivia observar que sus adversarios cometen errores que por su reiteración cobran valor de tendencia. Quizá Núñez Feijóo tenga intención de corregirlos en el congreso del partido que se anuncia para la segunda semana de julio. Veremos en qué queda la cosa.
