Descubren un líquido que recupera su forma gracias al magnetismo

Descubren un líquido que recupera su forma gracias al magnetismo

Un grupo de físicos ha anunciado el hallazgo de un extraño comportamiento en una mezcla líquida que parece desafiar los principios clásicos de la termodinámica. Se trata de lo que han denominado un "líquido que recupera su forma", resultado de una combinación de agua, aceite y nanopartículas magnetizadas, que tras ser agitado adopta invariablemente una forma curvada similar a una urna griega, independientemente de la intensidad o repetición de la agitación.

El descubrimiento, publicado en la revista científica Nature Physics, se originó de forma casi fortuita. Anthony Raykh, estudiante de posgrado en la Universidad de Massachusetts Amherst, se encontraba experimentando en el laboratorio con una emulsión inspirada en un aderezo para ensaladas, sustituyendo las clásicas especias por partículas de níquel magnetizado. Al observar que la mezcla adquiría espontáneamente una forma definida, recurrió a sus profesores para comprender qué estaba ocurriendo.

Una mezcla que desafía lo conocido

La emulsificación es un proceso común en el que dos líquidos inmiscibles, como el agua y el aceite, se mezclan mediante la incorporación de pequeñas partículas que disminuyen la tensión superficial entre ambos. Esta dinámica responde fielmente a lo descrito por las leyes de la termodinámica. Sin embargo, en este caso, el fenómeno observado no solo contradecía esa lógica, sino que parecía guiado por una fuerza estructuradora aún no descrita en este contexto.

El líquido no solo recuperaba su forma inicial tras ser perturbado, sino que lo hacía con precisión geométrica. Este comportamiento llamó la atención de Thomas Russell y David Hoagland, profesores de Ciencia e Ingeniería de Polímeros en la misma universidad, quienes se unieron a Raykh en la investigación.

El papel del magnetismo fuerte

El equipo contactó con investigadores de las universidades de Tufts y Syracuse para realizar simulaciones avanzadas y analizar la interfaz entre los líquidos a nivel microscópico. La clave del fenómeno residía en el comportamiento de las nanopartículas de níquel magnetizado. A diferencia de otras partículas empleadas para facilitar la mezcla de líquidos, estas no reducían la tensión interfacial, sino que la aumentaban. Al estar fuertemente magnetizadas, las partículas reordenaban la frontera entre el agua y el aceite, formando líneas de fuerza que inducían una curvatura constante.

“Estas partículas están magnetizadas con tanta intensidad que su ensamblaje perturba la emulsificación tradicional”, explica Hoagland. Este ensamblaje da lugar a estructuras estables que retoman su forma tras cualquier perturbación, comportándose como un fluido estructurado que desafía las expectativas termodinámicas convencionales.

Un hallazgo sin precedentes en la materia blanda

Aunque el descubrimiento no tiene todavía una aplicación práctica clara, el equipo cree que este nuevo tipo de comportamiento podría tener implicaciones profundas en la física de la materia blanda, un campo que estudia materiales intermedios entre sólidos y líquidos. "Cuando ves algo que no debería ser posible, tienes que investigarlo", afirma Russell, señalando que los materiales con propiedades autoestructurantes podrían ofrecer nuevas vías de exploración en campos como la robótica blanda, la bioingeniería o los dispositivos sensibles al entorno.

El fenómeno recuerda que la física, incluso en terrenos aparentemente ya conocidos, sigue ofreciendo sorpresas que desafían nuestras categorías establecidas y que, gracias a la curiosidad científica, pueden abrir nuevas fronteras del conocimiento.

Publish the Menu module to "offcanvas" position. Here you can publish other modules as well.
Learn More.