El sueño, clave para el rendimiento escolar y el desarrollo infantil

El sueño, clave para el rendimiento escolar y el desarrollo infantil

El sueño, más que un simple descanso físico, es fundamental para el desarrollo cognitivo, emocional y académico de los niños.

Así lo afirma Lee Peel, director de A Levels en The English Montessori School (TEMS), en un artículo donde analiza cómo la calidad del sueño afecta directamente al rendimiento escolar.

Según Peel, durante las fases profundas del sueño, el cerebro procesa la información adquirida a lo largo del día, consolidando recuerdos, aprendizajes y fortaleciendo las conexiones neuronales. Este proceso es esencial para que los menores puedan afrontar con éxito nuevas lecciones y desafíos académicos, que requieren tanto esfuerzo mental como emocional. "Si los niños no duermen lo suficiente, su capacidad de concentración se ve afectada y esto repercute negativamente en su rendimiento académico", advierte el educador.

Impacto en el estado emocional y comportamiento

Además de influir en el rendimiento escolar, la falta de sueño tiene consecuencias directas sobre el estado de ánimo de los niños, lo que puede alterar su comportamiento en clase y sus interacciones con compañeros y profesores. Peel resalta la importancia de que las familias adopten estrategias para garantizar un descanso de calidad, destacando que establecer horarios regulares para acostarse y levantarse, incluso durante los fines de semana, es crucial. "Una sola noche sin seguir un horario puede requerir varias noches para recuperar el ritmo", explica.

Asimismo, el experto considera imprescindible reducir el uso de dispositivos electrónicos al menos una hora antes de acostarse, ya que estos interfieren con la calidad del sueño. Crear un ambiente tranquilo, oscuro y adecuado para el descanso, acompañado de actividades relajantes como leer o escuchar música suave, favorece una transición óptima hacia el sueño.

La perspectiva Montessori sobre el descanso

En el contexto del método Montessori, el sueño ocupa un lugar destacado al ser considerado una parte esencial del desarrollo integral del niño. Esta metodología subraya la necesidad de respetar los ritmos naturales de descanso de los menores, promoviendo entornos ordenados y tranquilos que les permitan establecer sus propias rutinas relajantes. Esto, según Peel, fomenta la independencia y el autocontrol, mientras integra el descanso como un elemento clave para el aprendizaje.

Además, recalca que los niños deben dormir entre 9 y 11 horas cada noche, dependiendo de su edad, para garantizar un estado óptimo de energía y atención al día siguiente.

Hábitos de sueño para un regreso escolar exitoso

De cara a la vuelta a la rutina escolar, Peel insiste en la importancia de adoptar hábitos saludables de sueño. "Mantener horarios constantes, evitar dispositivos electrónicos antes de dormir y crear un ambiente propicio para el descanso asegura que los niños estén preparados para enfrentar los retos académicos con energía, concentración y estabilidad emocional", subraya.

Por último, destaca que la implicación activa de las familias es clave para lograr que los menores disfruten de un regreso a clases equilibrado y exitoso. Según el experto, establecer estas rutinas no solo mejora el rendimiento escolar, sino que también contribuye al bienestar emocional de los niños, ayudándoles a gestionar las demandas del día a día de manera más efectiva.

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