La restauración de los frescos de Antonio Palomino concluirá en primavera
Los frescos creados por Antonio Palomino en el Oratorio de la Casa de la Villa, datados a finales del siglo XVII, están siendo sometidos a un minucioso proceso de restauración con el fin de devolverles su esplendor original.
El Ayuntamiento de Madrid ha destinado cerca de 210.000 euros para esta intervención, y tiene previsto organizar jornadas de puertas abiertas una vez finalizados los trabajos, permitiendo al público apreciar la magnitud artística de estas obras.
Este lunes, Marta Rivera de la Cruz, Delegada de Cultura, Turismo y Deporte, visitó los trabajos de restauración que se iniciaron en junio y que culminarán en primavera, tras un periodo de nueve meses. Rivera de la Cruz destacó el valor "extraordinario" de estas pinturas y subrayó los esfuerzos del Ayuntamiento para preservar el patrimonio cultural de la ciudad, a menudo desconocido por sus habitantes.
Un proceso integral de restauración
El proyecto de restauración busca recuperar los valores históricos y artísticos de los frescos mediante diversas técnicas, como la limpieza, consolidación y reintegración. Estas obras, realizadas en 1696 por el maestro cordobés Antonio Palomino, fueron encargadas poco después de la finalización de la construcción de la Casa de la Villa, que funcionó como sede del Ayuntamiento de Madrid hasta 2008.
Francisca Soto, responsable de la restauración y miembro de Talleres de Arte Granda S.L., explicó que se ha llevado a cabo un estudio exhaustivo utilizando diferentes tipos de luces para analizar la técnica original de Palomino. Este estudio ha permitido identificar los materiales añadidos en restauraciones posteriores, que ahora serán retirados para revelar el fresco original.
La Casa de la Villa, un edificio emblemático cuyo origen se remonta a un encargo de Felipe IV en 1629, alberga en su interior espacios de gran valor histórico y artístico, como el Patio de Cristales y el Salón de Sesiones. El Oratorio, donde se encuentran los frescos de Palomino, fue concebido para ceremonias religiosas y para custodiar las reliquias de María de la Cabeza, esposa de San Isidro, patrón de Madrid.
Un legado artístico y espiritual
El programa pictórico desarrollado por Palomino en el Oratorio está centrado en el misterio de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, acompañado de alusiones a la Monarquía y a la Villa de Madrid. Estas representaciones, que combinan elementos decorativos con escenas sagradas, reflejan la influencia de Claudio Coello y del napolitano Luca Giordano, quien jugó un papel crucial en la formación de Palomino como fresquista.
El estado de conservación del conjunto pictórico se vio comprometido en el pasado debido a factores como cambios de uso y problemas de humedad, que afectaron especialmente a la representación de Santa María de la Cabeza. No obstante, en 2021 se realizaron trabajos de saneamiento que garantizaron la estanqueidad del área dañada.
La restauración incluye un análisis detallado del estado del bien, la limpieza de la superficie pictórica, la consolidación de capas pictóricas y la reintegración cromática de las pinturas murales, entre otros procedimientos. Estos trabajos, realizados bajo la supervisión de expertos del Instituto del Patrimonio Cultural de España y la Dirección General de Patrimonio Cultural del Ayuntamiento de Madrid, aseguran que los frescos de Palomino recuperen su esplendor para el disfrute de futuras generaciones.
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