Reubican en Alcorcón a algunos usuarios con discapacidad de Pozuelo
La Comunidad de Madrid está coordinando la reubicación de 139 usuarios con discapacidad intelectual, tras el anuncio de cierre de las instalaciones que gestionaba la empresa Servicios Sociales Habilitadores SL en Pozuelo de Alarcón. Esta medida afecta a los residentes de Avantos y de la residencia y centro de día Almanzor. El cierre, programado para el próximo 31 de mayo, ha sido comunicado por problemas de gestión interna de la empresa, ajenos a la administración autonómica.
De estos 139 afectados, 24 serán acogidos en la Residencia Padre Zurita de la Fundación AMÁS en Alcorcón a partir del 1 de junio. La fundación ha organizado una jornada de puertas abiertas para facilitar la transición de los nuevos residentes y sus familias, quienes han expresado su preocupación por la posible separación del grupo y el desarraigo que esto podría causar.
El director general de atención a personas de la Fundación AMÁS, Ismael Carrillo, junto con Manuel Blanco, director del Complejo Zurita, han enfatizado su compromiso por minimizar el impacto del cambio. Han asegurado que los profesionales estarán especialmente atentos para prestar los mejores apoyos durante la transición.
Sin embargo, las familias de los usuarios han criticado la falta de un proceso claro en la comunicación del cierre y han manifestado su descontento con la decisión de reubicación. Subrayan que la medida implica separar a los usuarios de su entorno habitual y de los cuidadores que han formado parte de su vida, potencialmente deteriorando su bienestar físico y mental.
La situación ha llevado a un llamamiento por parte de las familias afectadas para que se reconsideren las reubicaciones, sugiriendo que esto podría fragmentar aún más sus redes de apoyo. Además, han destacado la necesidad de una financiación adecuada y justa por parte de la Comunidad de Madrid para asegurar la calidad y continuidad del cuidado en estos centros.
La Fundación AMÁS también ha apuntado a una infrafinanciación crónica, agravada por la crisis económica, lo que pone en riesgo la viabilidad de los servicios que ofrecen. Con esta transición, la fundación busca no solo ofrecer un nuevo hogar a los usuarios, sino también integrarlos en una comunidad que respete y valore su dignidad y derechos.
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