¿Por qué explotó la Starship de SpaceX?
La empresa SpaceX ha identificado como causa más probable de la pérdida de la nave Starship en su octavo vuelo de prueba un fallo de hardware en uno de los motores Raptor centrales de su etapa superior.
Según el informe técnico elaborado por la compañía con supervisión de la Administración Federal de Aviación (FAA), el fallo provocó la mezcla e ignición accidental del propelente, lo que desencadenó una reacción en cadena que inutilizó el resto de motores y acabó con la misión.
El vuelo tuvo lugar el pasado 6 de marzo de 2025 desde la base espacial de Texas. Los 33 motores Raptor del cohete Super Heavy funcionaron correctamente durante el ascenso, completando con éxito la maniobra de separación mediante el encendido en caliente de los motores de la etapa superior. Posteriormente, el propulsor realizó con éxito su maniobra de retorno y logró su tercera captura exitosa mediante los brazos de la torre de lanzamiento.
La etapa superior de Starship prosiguió su trayectoria nominal hasta que, cinco minutos y medio después del encendido de sus motores, se detectó un destello en la parte trasera, junto a uno de los Raptor centrales. A este suceso le siguió una pérdida de presión que derivó en el apagado de varios motores, incluido uno de vacío. El vehículo perdió así su capacidad de control y, pocos minutos después, cesó toda señal telemétrica.
El informe destaca que la comunicación se perdió antes de que se activara el Sistema Autónomo de Seguridad de Vuelo (SAV), que estaba operativo en el momento del fallo. La nave terminó desintegrándose al reingresar en la atmósfera, dentro del corredor de seguridad previamente establecido, sin causar daños a personas, infraestructuras o ecosistemas.
SpaceX ha llevado a cabo más de 100 encendidos de prueba en sus instalaciones de McGregor, Texas, para comprender mejor el fallo. Como respuesta, los motores de la etapa superior serán modificados con precargas adicionales en sus juntas críticas, un nuevo sistema de purga de nitrógeno y mejoras en el drenaje de propelente. Además, las futuras versiones del vehículo incorporarán el motor Raptor 3, que introducirá mejoras de fiabilidad para evitar incidentes similares.
La FAA, junto con la NASA, la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) y la Fuerza Espacial de Estados Unidos, han participado en la investigación y han autorizado la reanudación de los vuelos de prueba. El próximo vuelo de Starship está previsto para esta misma semana.
Aunque el fallo del octavo vuelo se produjo en una fase similar a la del séptimo test, SpaceX aclara que se trata de incidentes técnicamente distintos. Las medidas implementadas tras el vuelo anterior, dirigidas a reducir la inflamabilidad y mejorar la integridad estructural de la sección superior, funcionaron correctamente y no se vieron implicadas en esta nueva anomalía.
