De cómo grupos radicales vinculados a Podemos intimidan a un párroco de Vallecas
Una asociación juvenil, San Eulogio se llama, igual que la parroquia que la acoge, convocó el pasado domingo una manifestación en la puerta del templo, a la salida de misa. Su objetivo, protestar porque el párroco, Enrique Cabrera, les ha comunicado que no pueden seguir realizando sus actividades en los locales de la iglesia.
Según afirma la Archidiócesis de Madrid a través de un comunicado, “ante la confusión creada en torno a la Asociación Juvenil San Eulogio y la parroquia de San Eulogio queremos aclarar que la Parroquia de San Eulogio valora positivamente la labor realizada desde la Asociación San Eulogio en el barrio. Esta es una asociación civil no vinculada a la Iglesia, tiene sus propios estatutos y finalidades, además de que su ideario no es confesionalmente cristiano”.
Asímismo, aclaran que “por motivos pastorales y de necesidades nuevas de la parroquia, desde el curso pasado, y recogiendo las conversaciones al respecto sobre este tema con los dos últimos párrocos, se ha venido insistiendo en la necesidad de regularizar el uso de los locales parroquiales por parte de la asociación y armonizarlo con el resto de actividades parroquiales”.
Y además los representantes eclesiásticos afirman que “en junio del año pasado se propuso firmar un convenio o acuerdo marco para armonizar este uso de los locales por parte de la asociación, como es costumbre con las asociaciones que ejercen su labor utilizando los locales de las parroquias”.
La parroquia ha decidido reelaborar su plan pastoral y necesita disponer de nuevos locales. Afirman que han estado abiertos al diálogo y “han propuesto las siguientes posibilidades a la asociación en diversas reuniones: firma de un convenio de colaboración y de uso armonizado de los locales, integración de la asociación en el proyecto pastoral de la parroquia como un grupo parroquial más y dentro del organigrama general de las actividades pastorales de la parroquia, y la utilización de los antiguos locales de la parroquia para ejercicio de las actividades de la asociación Juvenil dentro de un nuevo convenio”.
La parroquia reivindica que lo primero son sus necesidades pastorales, y que lo que organicen los grupos que en ella se albergan no deben interferir, mermar ni impedir sus actividades propias. Al parecer no es así. Las propuestas presentadas por esta asociación juvenil han sido rechazadas y “lamentablemente no ha sido posible llegar a acuerdos”, afirma el comunicado arzobispal.
El párroco, Enrique Cabrera, lleva en su cargo desde julio del pasado año. Quiere organizar su parroquia de manera distinta, hacer su proyecto, integral, que comience por los niños y acabe por los adultos. Para ello, afirma, necesita disponer de sus locales.
Después de todo, invitaron a la asociación a mudarse antes del 31 de diciembre de 2018. Parecían estar de acuerdo, pero han decidido ahora tomar otros derroteros: acusaciones contra el párroco, manifestaciones, mensajes difamatorios...
Al parecer, ya tienen nuevo local: el Ayuntamiento de Madrid les cede un espacio. Es conocida su afinidad militante con Ahora Madrid. Sus atracciones por el mundo okupa. También sus anteriores campañas en contra de Rouco Varela. Muy cercanos al grupo disidente de teólogos Juan XXIII, enraizados en la teología de la liberación.
El caso es hacer ruido.