Buscando la luz, el podcast que narra los efectos de la covid-19 en una persona sana

Francisco Izuzquiza cuenta la historia de Javier, su padre, en un podcast conmovedor en el que se narran los efectos de la Covid-19 en una persona sana y sin ninguna dolencia. El podcast Buscando la luz, a lo largo de sus seis capítulos, nos obliga a que valoremos la vida y la muerte. Un relato que aunque parezca oscuro y sombrío, como dice su título, termina encontrando la luz.
¿Cómo surgió la idea de grabar este podcast?
La idea original era que sirviera para que mi padre conociera la historia de lo ocurrido durante los últimos meses para que fuera consciente de todo después de despertar del coma. Además, quería que sirviera para que mi sobrina, que acababa de nacer, sepa la historia tan complicada que estábamos viviendo en el momento de su llegada. Y en último término, para que la historia de mi padre sirviera como ejemplo de lo complicado que puede ser un caso grave de covid-19, y tratar de conseguir algo de dinero para ayudar en toda esta crisis.
¿De dónde sacaste el valor para grabarlo?
Realmente no creo que haga falta un valor especial para escribir un relato así. Es cuestión del día a día, como la escritura de un diario. Al ir haciéndolo poco a poco, todo surge de forma natural, aunque al mirar atrás te das cuenta de todo lo que ha ocurrido.
¿Estuviste en algún momento a punto de derrumbarte o no te llegó a ocurrir?
Sí, hubo un momento muy difícil, a finales de mayo o principios de junio. En ese momento mi padre estuvo a punto de morir por el propio coronavirus, y nos permitieron ir a verle por primera vez después de dos meses. Nunca supimos si nos dejaron ir para que pudiéramos despedirnos.
¿Cuéntame cómo fue el proceso de la grabación, de la creación?
En primer lugar le comenté la idea a mi madre, para pedirle permiso por ser un relato muy íntimo, y le pareció bien. Después conté con la ayuda de Alberto Espinosa, mi socio, que se ha ocupado del diseño sonoro, y en Podium Podcast me abrieron las puertas para publicarlo con ellos y conseguir así un pago por el producto que poder donar posteriormente. Fui escribiendo y grabando los guiones uno a uno, grababa los textos y después Espinosa editaba una primera versión. Posteriormente revisábamos cada episodio, corregimos o añadíamos lo que considerábamos necesario, y en cuanto nos convencía el resultado cerrábamos cada capítulo. Ha sido bastante rápido, todo muy natural.
Tu padre qué dijo al saber que habías hecho un podcast contando su historia.
Creo que era la primera vez que mi padre era protagonista de un relato. Él siempre estaba muy pendiente de las noticias, de la tele y de la radio para saber "que decían sobre Fulanito", y en esta ocasión le gustó mucho protagonizar la historia. Por otra parte, descubrir lo ocurrido en los dos meses que estuvo en coma fue difícil para él. Decía que todo parecía una película de terror.
¿Cuál es el mejor recuerdo que guardas de la vuelta de tu padre a casa?
Lo mejor que hemos tenido en este tiempo ha sido la oportunidad de cuidar a mi padre una vez despertó del coma. Desde principios de junio hasta finales de julio estuvimos cada día con él, hablándole, viendo cómo recuperaba poco a poco e iba volviendo a ser él. No llegó a volver a casa - ni siquiera salió de la UCI - pero estar con él de nuevo durante esas semanas fue el último regalo que nos pudo hacer.
Los cinco primero capítulos son desgarradores, pero este último -sin querer hacer spoiler- es un canto a la vida.
He visto a muchas personas diciendo cosas del estilo "ojalá termine 2020 y llegue ya 2021", como si todo lo que estamos viviendo fuera a acabar por arte de magia con el cambio de año. 2020 está siendo un año muy difícil para todos, pero no tenemos otro. Hay que vivirlo. Y en la medida de lo posible hay que disfrutarlo, porque el tiempo que queremos dejar atrás no lo vamos a recuperar nunca. Así que por imposible que parezca, hay que seguir viviendo cada minuto con felicidad.
No sé si eres consciente de que gracias al podcast has hecho que mucha gente se conciencie y se tome en serio este maldito virus.
Ojalá sea verdad. Si este relato permite que alguien descubra lo difícil que es un caso grave de coronavirus, y cambia la percepción de alguna persona que aún no esté concienciada al cien por cien, el objetivo estará conseguido y todo lo que hemos sufrido tendrá algo de sentido. Yo era uno de los que se tomaba a broma el coronavirus allá por febrero o marzo. La realidad me ha demostrado que estaba muy equivocado. Cuanta menos gente tenga que pasar por esto, mejor para todos.