¿Qué ver y hacer en Redueña?

Redueña es un bonito municipio perteneciente a la Comunidad de Madrid. El municipio cuenta con una superficie de 12,87 km² con una población de 248 habitantes según el INE de 2017 y una densidad de 19,27 HAB/km².
Integrada en la comarca de la Sierra Norte, se encuentra a 56 kilómetros de Madrid. El municipio está atravesado por la Carretera Nacional N-320, entre los PK 336 y 339. El relieve de la zona es mayoritariamente montañoso, con altitudes que varían entre los 1010 metros al norte y los 730 metros al sur, a orillas del arroyo de Santa Lucía. La ciudad está ubicada a una altitud de 818 metros sobre el nivel del mar.
El término está bañado por cinco vías pecuarias y el Arroyo de Las Huertas. Existe un sendero de interpretación natural de dos kilómetros de recorrido que atraviesa la Dehesa Boyal y muestra los elementos naturales más importantes.
Un elemento muy valioso que muestra la tradición ganadera es el Potro de Herrar, restaurado totalmente no hace mucho. La mampostería también estuvo presente y de hecho las piedras con las que se construyó parte del pozo de Cibeles y algunas estatuas del Paseo del Prado de Madrid procedían de Redueña.
En una escapada a Redueña no te pierdas la iglesia parroquial de San Pedro Advíncula
El patrimonio artístico está representado por por el cementerio en el que destaca y preside una cruz gótica del siglo XV sobre una columna decorada y la iglesia de San Pedro Advíncula. La iglesia, se cree que puede tener su origen en la Baja Edad Media, aunque igualmente presenta elementos posteriores a esas fechas; está construida en piedra. Tiene una nave con ARCO triunfal de medio punto, contrafuertes y la portada de entrada es renacentista. También tiene una torre de sillería y otros elementos valiosos en su interior.
La Iglesia Parroquial de San Pedro Advíncula, de la que se carece de un estudio completo, es el edificio más antiguo conservado del patrimonio arquitectónico de Redueña y ha sido testigo como tal del municipio.
El estudio de sus fases constructivas y algunos de sus elementos más destacados, junto con la investigación de la documentación municipal, ha permitido conocer y decir mucho de la evolución arquitectónica en relación con la historia local. El edificio es una construcción viva que nos cuenta gran parte de la historia de Redueña, con una arquitectura que parece hablar al viajero y a los turistas que la visitan.