Una empresa de Móstoles reorienta su negocio apostando por las mamparas

La crisis del coronavirus ha llevado a reorientar su actividad a una empresa de Móstoles, que ha pasado de diseñar puntos de venta en lugares como tiendas y restaurantes a fabricar mamparas de protección para la hostelería con vistas a la fase de desescalada.
El sector hostelero, que lleva cerrado a cal y canto desde la entrada en vigor del decreto de estado de alarma, reflexiona ya sobre cómo será el nuevo escenario de consumo que se encontrarán a la vuelta de la actividad.
Son muchos quienes como Raúl Arias, director ejecutivo de la empresa Naturact, están convencidos de que para atraer clientes será fundamental invertir no sólo en la higiene de los locales sino también en generar sensación de seguridad.
Por ello, ha enfocado una de las principales patas de su compañía, el diseño e implementación de soluciones en punto de venta, a la fabricación industrial, aunque personalizada, de mamparas de protección para el sector hostelero.
"En esta transformación del sector donde la seguridad será un potente factor de elección y decisión, hay que ser ágil y estar preparado para recuperar el pulso del negocio desde el primer día", ha señalado Raúl Arias, quien afirma que su empresa "ya está trabajando al 200 % centrados en esta nueva pata de negocio".
Para ello, esta compañía radicada en Móstoles acaba de cerrar una importante inversión inicial, de tres millones de euros, únicamente para la compra de varias toneladas de policarbonato de alto impacto, la materia prima que van a utilizar para la fabricación de miles de piezas de mamparas a un precio económico para los locales.
"El policarbonato da mejores prestaciones que el metraquilato o el vidrio, que se rompen más, y es más fácil de limpiar", asegura Arias, quien explica que ha arriesgado tanto en la inversión en esta materia prima ya que está convencido de que en estos meses "el material va a escasear".
Con el material ya comprado, y la capacidad industrial de la empresa al 100% en este proyecto, calcula que en estos primeros meses van a ser capaces de atender a los pedidos de "más de 10.000 locales de hostelería", aunque su intención es "llegar a los 80.000 locales de aquí a octubre".
"Los locales que mejor responderán a la crisis serán aquellos que, independientemente de la oferta gastronómica, sean capaces de generar confianza en materia de seguridad en su cliente", insiste Arias, quien también subraya la necesidad de que las mamparas supongan "un coste asumible adaptado a cualquier tipo de local".
Para ello, han diseñado en un principio cuatro modelos, personalizables: por ejemplo, para un local de 100 metros cuadrados, considera que con una inversión de 1.300 euros sería suficiente.
"Vamos a tener que acostumbrarnos a un espacio público delimitado con distancias entre mesas y asientos. Estas nuevas separaciones van a pasar a formar parte del conjunto de la decoración y de la marca y por lo tanto no pueden ser simples pantallas transparentes", añade.
Además, otra peculiaridad de sus diseños es que se pueden mover en función de las diferentes necesidades del día: desayunos, comidas, afterowrk, terrazas, cenas).
"Podrían haber estado incluso estado antes de la Covid-19, porque no generan situación de angustia", presume Arias, cuya empresa mantiene las otras dos líneas de negocio iniciales: márketing y organización de eventos corporativos.