Luke Stegemann: “Pienso que muchos españoles no se dan cuenta de toda la riqueza cultural que hay en su país”

Luke Stegemann es un escritor, profesor y traductor australiano –algunos diríamos hasta un hispanista, pero ese término no le agrada del todo– cuyo amor por España ha marcado profundamente su obra literaria.
Quedó prendado y fascinado de nuestro país hace más de tres décadas, por la rica historia y la vibrante cultura del país ibérico. Stegemann ha dedicado gran parte de su carrera a explorar y divulgar las complejidades de la sociedad española y ha intentado unir dos mundos históricamente ajenos. En su segundo libro “The Beautiful Obscure”, el escritor ofrece una evocadora y perspicaz narración que refleja su intensa conexión con España, capturando su esencia y revelando aspectos poco conocidos que han resonado tanto en lectores hispanohablantes como anglosajones.
Ahora, visita la capital española para presentar su nuevo libro “Madrid. Historia de una ciudad de éxito” (Espasa, 2024), un recorrido por los recovecos más desconocidos de la ciudad, a través de su mirada y experiencia. Madrid Actual ha podido conversar con él sobre el volumen, su amor por España y sobre su país de origen.
PREGUNTA:- ¿Cuándo se quedó prendado por España?
RESPUESTA:- En los años 80. En el libro hablo de ese primer encuentro. En el 84 hice mi primera visita tras terminar la universidad. Fui a trabajar seis meses en Inglaterra, pero mi idea era hacer un pequeño viaje con el Eurail Pass. Fue un regalo de mis padres por mi 21º cumpleaños. Al final estuve más de un mes solo en España, porque llegué y dije, ‘wow, esto es maravilloso’. Entonces regresé a Australia y les dije a mis amigos: ‘Voy a volver y voy a vivir en España’. Y me respondían: ‘Oye, España, ¿dónde está? ¿qué es?’. Porque había un desconocimiento completo de España. Finalmente, en el 87, pude volver acá y me puse a dar clases de inglés en Madrid… lo típico, ¿no? Un jovencito australiano es igual a clases de inglés. En aquellos años empecé a conocer no solo Madrid centro, sino también sus alrededores. Para mí, con este libro, era muy importante hablar de todos, no solamente del interior de la M-30. Luego, tuve una novia española que me llevó mucho por Malasaña, por las noches. Era un barrio mucho más sucio que ahora, pero con una marcha increíble. Pensé, ‘aquí la gente no para nunca’. Entonces, me enamoré de Madrid, del estilo de la vida, de la gente, pero también de España en general.
P:- ¿Por qué un libro sobre Madrid? Podría haber escrito sobre Barcelona, Sevilla…
R:- Cuando hablo de España, la gente me nombra ciudades como Barcelona, San Sebastián o Sevilla, pero Madrid no. Nadie relaciona Madrid con España fuera de Europa. Eso es una cosa curiosa que quería explorar un poco en el libro. Como digo, hay un abandono hacia Madrid. Especialmente de los escritores ingleses y norteamericanos. Lo mismo pasa en Australia: nadie ha escrito nunca sobre Madrid hasta ahora. Soy el único hispanista en Australia. No me gusta mucho el término porque suena arrogante. Algunos dirían ‘quién eres tú para decir que eres hispanista’. Pero yo no me he puesto ese término. Otras personas relacionan el hecho de que sea australiano e hispanohablante. Diría que soy simplemente una persona especializada en temas de España.
P:- ¿Cómo es la relación entre Australia y España en la actualidad?
R:- Es interesante ver cómo son las diferentes miradas hacia España. Aunque los australianos también son anglosajones, su punto de vista es muy diferente del de un estadounidense o un británico. Estos últimos tienen una larga relación histórica con España, controvertida y difícil a veces, mientras que la de Australia es bastante reciente, realmente sólo ha sido significativa desde la muerte de Franco.
Ahora, muchos más australianos se interesan por España. Y viceversa. Al final de los 80 tuve la sensación de que había dos o tres australianos en todo Madrid. Ahora, hay muchos más. Es verdad que, con el desarrollo de grandes compañías como Navantia o Acciona, las relaciones se han acercado. Hay muchos ingenieros y científicos españoles en Australia y están haciendo un trabajo extraordinario. El mundo gastronómico también se está potenciando. Hay un movimiento ahí que se llama “Eat Spanish”, y están intentando educar a los australianos para que intenten ampliar su menú con comida italiana, griega, vietnamita o japonesa. Pero está esa idea de que, ‘oye, empezamos con lo básico, no pongáis chorizo en la paella’ y cosas así. Entonces, están comenzando a enseñar. Así se hace un gazpacho, una tortilla, esto son los roscones, etc. Y a los cocineros les va muy bien.
P:- Es un libro amplio y bien investigado. ¿Cómo ha sido la investigación? ¿Viajabas mucho?
R:- Es curioso porque realmente la mayor parte del libro se escribió durante el COVID, cuando Australia se cerró a cal y canto durante más de dos años. Fue muy difícil para mí porque mi hija vive aquí en España y no pude verla en todo ese tiempo. Me serví, por ejemplo, de la biblioteca virtual del Instituto Cervantes, que tiene un fondo muy rico. También está el Instituto de Estudios Madrileños. Hay libros enteros de 500-600 páginas sobre Carlos III, Santa Teresa, El Retiro, etc. Todo lo que puedes imaginar sobre Madrid. Muchísimos ensayos de expertos universitarios. Eso fue una mina de información. Y también de alguna manera está mi propia experiencia de Madrid contada en el libro.
P:-¿Qué semejanzas y diferencias existen entre Australia y España?
R:- Australia es un país muy eficaz. La administración pública funciona muy bien. Es útil. Lo que no me gusta de España es que su administración pública es bastante más ineficaz. El otro día, cuando llegué a Barajas, una de las escaleras mecánicas no funcionaba. Y es comprensible, puede pasar. Pero en un aeropuerto internacional, las cosas no es posible que no funcionen. No puede ser, hay que actuar rápidamente. Tú vas a cualquiera de esos sitios, a Dubái, Qatar, Singapur…Y siempre funciona todo. Entonces, hay muchas cosas de la infraestructura que no están bien pensadas en España. O es simplemente que en España las cosas han crecido tanto y la administración pública o los gobiernos no han estado a la altura. A mí me parece un milagro que desde los 90 se haya desarrollado tanto Madrid. Soterrar la M-30 , por ejemplo.
La diferencia es que vivir en Australia, en términos prácticos, es mucho más fácil porque todo funciona. En la mente australiana hay que vender todo el día. Las tiendas no cierran para comer. Luego, en el trato personal y del ambiente es muy diferente. En Australia quedar con unos amigos para ir a tomar cañas o unas tapas no se lleva. Es una cosa que los españoles echan mucho de menos. Ahí la gente a las 5-6 de la tarde ya está en su casa, ven la tele y “hasta mañana”. Aquí las personas viven en la calle y eso da vida. En Australia tenemos naturaleza, Sol, buenas playas, por supuesto. Pero se va a los pubs, fundamentalmente los viernes y los sábados, o sea, durante el fin de semana. Sobre todo, muchos van con el propósito de emborracharse y no de pasarlo bien con los amigos. Es ese entendimiento del alcohol muy erróneo. ‘Drink as much as possible’.
P:-¿Cuál cree que es el tópico que se conoce fuera de España que sí es verdad y el que no es verdad?
R:- La siesta es el gran tópico, para mí. Es un cliché. ¿Quién hace siesta hoy en día? En Australia tenemos muy buena opinión de los españoles y pienso que eso nos diferencia de muchos ingleses. Algunos de ellos opinan que los españoles viven en un mundo poco evolucionado, algo fanáticos con el catolicismo y los toros. Es una imagen muy turística de España. Esos prejuicios no me interesan en absoluto porque no reflejan el día a día de los españoles: mi hija no tiene esa vida ni nadie que conozca aquí. Son estereotipos y persisten porque España se vende como un país con mucho sol y fiesta. Sitios como Mallorca e Ibiza se hacen populares y desgraciadamente se percibe esa imagen desde fuera.
Pienso que la gente no se da cuenta de la riqueza cultural que hay aquí. Hay que ir a libros que hablen sobre ello, unas memorias o ensayos, no a los panfletos turísticos. Hay que buscar la información, sacarla y traducirla. Eso he hecho mucho con mi último libro. Incluso los propios españoles se subestiman, no creen en su país.
P:-En el libro cuenta que uno de sus placeres en España es empaparse de su historia. ¿Cuál es su lugar preferido para ello? ¿Una ciudad o un museo?
R:- Estuve hablando con un amigo de eso hace unos meses y creo que lo que más me gusta de España es Castilla, lo que se llamaba Castilla la Vieja, la zona entre Zamora y Soria. Esa zona tiene una historia apasionante. Además, con este libro me puse a leer más que nunca sobre la historia de Castilla y es interesantísima. Me gusta visitar los pueblos de por ahí. Tienen gran riqueza cultural, muchas tradiciones y costumbres muy arraigadas, muy españolas.
P:-¿Por qué cree que no hay muchos libros sobre Madrid, aparte de los manuales de viajes?
R:- En mi intento de contestar a esta pregunta está el origen de mi libro. Desde las letras anglosajonas, Madrid ha sido una ciudad completamente aburrida. Hay libros sobre cualquier otra gran capital. Y sobre Madrid, ¿por qué no? Pienso que aquí entra otra vez la cuestión que hablamos antes. Para entender Madrid y para entrar en su profunda riqueza, hay que introducirse en el idioma. Madrid es una ciudad que resiste interpretaciones fáciles. Es una ciudad que al cabo de un cierto tiempo te ama y tú la amas, pero desde un primer momento puede parecer algo más superficial, al no tener la playa de San Sebastián o las casas de Gaudí en Barcelona. Creo que, en muchos casos, la gente simplemente no ha tenido o la paciencia o el interés de acabar aquí. Hablo desde el punto de vista de las personas anglosajonas. Mi propósito era, aparte de explicar Madrid a un mundo anglosajón, contar cómo esta es la ciudad que a mí me ha marcado la vida. Quería rendir homenaje a Madrid. Ha sido una tarea ímproba, claro, que mucha gente ha pensado que no merecía la pena pero creo que ahora es un buen momento para aprender más sobre esta ciudad.
P:-¿Cuáles son sus siguientes proyectos?
R:- Todavía no está del todo claro, pero tengo la idea de explorar la relación entre España e Inglaterra en el siglo XVI y XVII, la de los poetas y el espionaje que había entre ellos. Escribo tanto para el público español, como para el anglosajón. Me gustaría llegar a ambos públicos. Me interesa la poesía, el espionaje, la brujería, la filosofía y creo que estos siglos dan para mucho.
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