“La luna del cazador”: un gran misterio que está a punto de resurgir
“La luna del cazador” (Umbriel, 2023) recoge una historia llena de secretos, en torno al castillo / centro de rehabilitación Willowderry, en Irlanda. Los cinco protagonistas de este relato están pendientes de una especie de oscuridad que les observa. Alguien es el culpable de esa penumbra… que no llega a cesar nunca, pero ese alguien tiene muy claro que no se quiere ir.
Fernando Alcalá Suárez (Cáceres, 1980) y Geòrgia Costa (Tarragona) son los autores de esta historia y, aunque no son conocidos por el gran público, son los mismos escritores de novelas que forman parte de la infancia de los más pequeños. Entre ellas sobresalen obras como “La Segunda Revolución”, “El encanto de las ruinas” o adaptaciones de clásicos universales como “Buenas hermanas”. Además, destacan por su amplio reconocimiento en el mundo de la literatura, con diversos galardones como el Premio Kelvin 505.
Pero esta vez, han querido ir un poco más lejos, con una novela envuelta de misterio y fantasía, de tintes góticos. El relato se desarrolla en un castillo de lo más aterrador, donde residen varios jóvenes cuyo rasgo común es que guardan varios secretos: se encontraban en ese lugar porque querían sanar sus heridas y deshacerse de su pasado; pero aquel castillo de robustos muros esconde algo que nuestros protagonistas poco a poco irán adivinando.
Connor, Sophie, Sebastián, Ezequiel y Lily se empiezan a sentir más unidos que nunca y no es, precisamente, por su pasado o porque todos residan en ese castillo. Hay algo que han oído todos. Un pequeño grito originado en la noche a altas horas de la madrugada. Ninguno puede sacárselo de la cabeza y cada uno de los integrantes de este grupo, que se había conformado de la nada, empezó a analizar el comportamiento del resto. Todo empieza a ser demasiado sospechoso…
Las pesadillas brotaban por doquier y el comportamiento de nuestros protagonistas empieza a entorpecerse. Fuera del castillo, entre las sombras y los jirones de niebla había algo que los observaba continuamente. Algunos pensaban en algún animal que les acechaba por la noche; otros, resoplaban al pensar que sería alguna inocentada. Sin embargo, todos intuían que pasaba algo más, quizás algún fantasma había venido entre los muertos para darles un mensaje…
El miedo que comienza a proliferar entre ellos les araña las entrañas y la desconfianza se hace cada vez más visible. Por lo tanto, es una historia que nos enseña a analizar los pequeños detalles ocultos de la gente que nos rodea y de las cosas que tenemos cerca. Esta desconfianza provoca que analicen el castillo con más detalle que nunca. Aquel lugar había irradiado, en algún momento de su historia, mucha felicidad, pero sus muros se empezaron a teñir de una suma oscuridad…
Una de las cosas que nos enseña esta novela es que la mayoría de los protagonistas guardaba secretos muy poderosos. Hay una sentencia que dice que “si no puedes con tu enemigo, alíate con él” y que, de alguna forma, se cumple en este volumen, porque aunque todos los jóvenes sean sospechosos de ser los responsables de aquel grito, no se puede descifrar el enigma de quién es el autor si no se ayudan entre sí.
Así, poco a poco aquel castillo les va brindando diferentes formas para que puedan conocerse a sí mismos y diferentes desafíos que deberán de superar para averiguar qué se esconde en aquel lugar. A causa de todos estos retos, crearán vínculos que nunca habrían pensado que podrían tener y se darán de cuenta que la amistad entre ellos cada vez es más fuerte. Ese, será el antídoto principal para que puedan resolver aquellos entresijos de esta novela.
“La luna del cazador” hace reflexionar al lector sobre aquello que une a las personas en situaciones complicadas: la cercanía de otras que no tienen por qué ser similares a nosotros. De esta forma, a lo largo del libro se va viendo que, aunque cada uno tenga pensamientos diferentes, lo que les hace hará más fuertes es unir todas sus cualidades. Este libro es un gran viaje por las leyendas de Irlanda y de sus rincones más espeluznantes, tanto, como para sentir el terror de cómo una “banshee” te observa desde lejos, en la penumbra…
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